La Fundación Corripio resaltó los aportes literarios del miembro de la Generación del 60
Oye, mi gente, la Fundación Corripio Inc. junto al Ministerio de Cultura hicieron la entrega del Premio Nacional de Literatura 2025 al duro de las letras, Efraim Castillo, por su larga y productiva carrera literaria.
Este pana, que se llevó el Premio Nacional de Novela en el 82 y el 99, es parte de la Generación del 60, ese corillo literario dominicano donde dejó su marca en la narrativa y la poesía. Efraim también se destacó en la dramaturgia, la crítica de arte y el trabajo intelectual desde los periódicos, donde todavía la está rompiendo.
La ceremonia, llena de emoción, se celebró en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional. La gran distinción fue entregada por el ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo Sanz, y Ana Corripio de Barceló. El premio incluye un diploma de reconocimiento y dos millones de pesos, ¡así como lo oyen!
En su discurso, que fue muy aplaudido, Castillo, con 84 años, recordó cómo empezó a amar la escritura de niño en los años 50, durante la dictadura de Trujillo, y cómo los sucesos del país lo motivaron a escribir sobre sus inquietudes sociales. Efraim contó que su pasión por contar historias se convirtió en una especie de capa enmascarada en sí misma, "domesticando lo que György Lukács denunció como 'la cierta dispersión de una copresencia de instantes irrelatados', sobre todo, cuando la negación de mis sueños se aferraba como esencia, como pudor, o como melancolía y exorcismo, al momento de los grandes empujes y cambios de las fuerzas sociales que movían al país".
Roberto Ángel Salcedo destacó las contribuciones de Efraim a la cultura durante 60 años y lo definió como un creador polifacético que ha tocado la narrativa, el teatro, la poesía, el ensayo, la crítica de arte, la crítica de cine y la publicidad. "En todos estos géneros se ha caracterizado por su profundidad, originalidad y compromiso con la realidad social. Ha abordado temas fundamentales como el poder, la justicia social, la migración y el paso del tiempo", dijo Salcedo.
El escritor Freddy Ortiz, en su semblanza en honor a Efraim Castillo, mencionó que "su obra, siempre provocativa e innovadora, es un intento de interpretación de la vida urbana contemporánea; una auscultación inmisericorde de la idiosincrasia nacional desde la ominosa etapa de la dictadura trujillista hasta nuestros días".
José Alcántara Almánzar, asesor de la Fundación Corripio, valoró que el Premio Nacional de Literatura cayera en manos de un veterano de las letras. Lo destacó como una figura sobresaliente de la Generación del 60, una promoción de la que "emergieron tantos talentos de primera que todos añoramos, como Marcio Veloz Maggiolo, René del Risco y Miguel Alfonseca, entre otros notables artífices de la palabra".
Este premio, que se creó en 1990, ha sido recibido por grandes de la literatura como Pedro Mir (1993), Manuel Rueda (1994), Virgilio Díaz Grullón (1997), entre otros.
En su vida profesional, Efraim Castillo combinó su carrera de publicidad con la literatura, destacándose en ambas. En los años 70, 80 y 90 se llevó varios premios en Casa de Teatro. Ganó el Premio Nacional de Novela dos veces, en 1982 con "Currículum (El síndrome de la visa)", y en 1999 con "El personero". También se llevó el Premio Nacional de Cuento en 2001 con "Los ecos tardíos" y el Premio Nacional de Teatro en 2003 con "Los inventores del monstruo". Su obra narrativa incluye 21 libros publicados.
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