El genio detrás de la chercha
Oye, este lunes 25 de diciembre no solo es pa’ celebrar la Navidad o el cumpleaños de Jesús, sino que también se recuerda la muerte de ese actorazo y director inglés Charles Spencer Chaplin, mejor conocido como “Charlie”. Ese tipo es un ícono de la comedia y del cine mudo, mi gente.
Charlie vino al mundo un 16 de abril de 1889, en Inglaterra, en una familia bien artística. La mamá de él era una cantante popular que le decían Lily Harley y el papá también era un cantante y actor inglés, según cuenta su página oficial. Desde chamaquito tuvo que josear pa’ buscarse los chelitos, porque el papá los dejó plantados cuando él tenía solo tres años.
La cosa se puso más difícil cuando la mamá enfermó, así que Charlie tuvo que hacerse cargo de su hermano Sydney, y pasaron un tiempo en casas de acogida. Todo esto lo llevó a subirse a los escenarios desde temprano, y así se fue haciendo famoso en un grupo de actores juveniles llamado “The Eight Lancashire Lads”, donde participaba en obritas.
A los 12 años ya lo veíamos como Billy en algunas producciones de “Sherlok Holmes”, pero el éxito de verdad le llegó cuando se fue pa’ Estados Unidos en 1910. En 1912, ya metido en el coro gringo, hizo un sketch llamado "A Night in an English Music Hall", que lo catapultó artísticamente por allá. Luego vinieron los triunfos. Un año después, con solo 24 años, empezó su carrera en el cine al llegar a Los Ángeles.
Mientras trabajaba en los estudios Keystone, durante la filmación de “Aventuras extraordinarias de Mabel”, nació el personaje icónico por el que siempre se le recordará: “Charlot” o “El Vagabundo”. Con su bastón, esmoquin negro desarreglado, sombrero, zapatos enormes y su bigote característico, este personaje hacía crítica a la desigualdad social de una forma bien jocosa, y fue la estrella de muchísimas películas que lo llevaron a la fama.
Pero como todo en la vida, eso también tuvo su final. La última vez que “Charlot” salió fue en la película “Tiempos Modernos”, en 1936, después de 23 años de haberse inventado. Pero tranquilo que la carrera de Charlie no se acabó ahí. Con la Segunda Guerra Mundial, creó otro personaje muy recordado: un barbero judío que, tras un accidente de avión, quedó con amnesia y se convirtió en un “dictador fascista”.
Esa película, “El gran dictador”, fue una crítica al nazismo, al antisemitismo y la intolerancia, tremenda vaina en esos tiempos. En la peli él no solo era el prota, sino también el director. Pero esos ideales progresistas le trajeron líos y lo acusaron de "activismo antiamericano" y “comunismo”. En 1949 lo hicieron ir a una audiencia. Con toda esa presión, él y su familia se fueron de Estados Unidos un tiempo y se mudaron a Europa.
Después de que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Los Ángeles le diera un Oscar Honorífico en 1972, Charlie volvió a Estados Unidos, pero fue la última vez que lo hizo.
Charlie Chaplin murió un 25 de diciembre de 1977, a los 88 años, en su casa en Manoir de Ban, Suiza. Ahí fue donde pasó sus últimos años, con sus siete hijos, seis de ellos de su último matrimonio con Oona O-Neill.
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