¿Ya es momento de "limpiar las tarjetas de crédito"?

Oye, mira, deseo que nadie se pase la vida trabajando solo para pagar los líos de las tarjetas y préstamos que no traen ná bueno. Sí, lo digo sin pelos en la lengua. Pero no por las razones que la mayoría da, y mucho menos con las acciones que después toman.

En el patio, aquí en Dominicana, eso de "limpiar las tarjetas" es un truquito interesante que se hace porque, viene una época donde uno necesita tener cuartos a mano, por si las moscas o porque ya se tiene algo en mente. Por ejemplo, la Semana Santa. Por eso es que estoy escribiendo esto ahora mismo.

–¿Cuál es el problema que tú ves en eso, Diego Sosa?

Limpiar las tarjetas no es lo mismo que pagarlas o saldarlas. La idea es volverlas a llenar de nuevo. Por eso, no estoy de acuerdo con lo que motiva esa acción. Me encantaría que la gente no tuviera el estrés, mucho menos la consecuencia, de limpiar y volver a llenar.

Veamos:

Hay un dicho que dice: "Un gustazo, un trancazo". Lo malo es que no medimos bien el tamaño del trancazo. Ese desborde que pensamos hacer al decidir limpiar las tarjetas nos va a amarrar una parte importante de nuestro ingreso en los próximos años, y tal vez de por vida.

–No seas exagerado, Diego Sosa.

¿Cuántos meses uno se va a pasar pagando el préstamo? Y más importante aún, ¿cuándo será la próxima limpieza? Ya eso está programado, si no cambiamos las ideas financieras que nos llevaron a la primera limpia.

Es un círculo vicioso del que pocos salen a tiempo y del que muchos no salen nunca. Lo veo con demasiada frecuencia en las consultorías y en el coaching financiero que me toca hacer.

Muchos me dicen que hay que vivir, que no todo es trabajo. Y es exactamente lo que deseo para todos. Que no se pasen trabajando para estar pagando deudas de tarjetas y préstamos que no producen nada.

¿La solución? Cuando se nos ocurre limpiar la tarjeta, eso debe ser una alarma de que estamos haciendo algo que no va acorde con lo que ganamos. Estoy financiando ya las tarjetas y eso tiene que parar. Es demasiado dinero que se nos va en intereses que no compran nada, solo encarecen lo que ya compramos y lo que pensamos comprar.

Es momento, no de limpiar, sino de salir de esos financiamientos. Sí, de la misma manera, con un préstamo de consolidación. Y como ya demostré que no sé usar bien mis tarjetas, es hora de devolverlas y agarrar una prepaga, que me sigue dando ventajas, como la imagen crediticia.

No limpiar para ensuciar, sino para dejar de botar dinero en pagos que no compran nada.

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