Un corillo de gente se ha puesto a cantar alabanzas a Dios pa' dar un poco de consuelo a las familias que están desesperadas buscando saber de sus seres queridos.
En medio del lío y la incertidumbre que se vive por el derrumbe del techo del Jet Set, la gente del barrio ha salido a repartir comida. Están ayudando tanto a los que están por ahí cerca del famoso centro de teteo, como a los que andan en el rescate, moviendo escombros pa' ver si encuentran a alguien vivo.
Estos gestos han sacado lo mejor de la gente, demostrando que, aunque estemos pasando por vainas difíciles, siempre se puede encender una lucecita de esperanza.
Ana Cabrera, una de las que se puso pa' eso, lo hizo por empatía y decidió echar pa’lante y dar una mano. "Lo que me motivó es pensar que hoy fueron ellos, pero mañana podemos ser nosotros", dijo Ana, con el corazón en la mano.
"El dominicano es una persona que tiene paz, que tiene empatía, que busca a las personas. Somos una gran comunidad", resaltó. Contó que lo que empezó como un gesto personal, con lo poco que tenía, rápido se volvió una gran cadena de apoyo.
"Personas comenzaron a escribirme, a hacerme depósitos, a llevarme donaciones a mi casa", explicó.
Dijo que "gracias a esa cadena de apoyo, se organizó un grupo de voluntarios que se fue pa' la zona afectada pa' dar comida y un poco de alivio a los que más lo necesitaban".
"Nos juntamos todos al final pa' venir, apoyar, hacer lo que podemos y simplemente dar un aliento de fe a esas personas que hoy están pasando por momentos demasiado difíciles", expresó.
Mientras tanto, otro grupo de gente se puso a cantar alabanzas a Dios pa' reconfortar a las familias que buscan desesperadas alguna información sobre sus seres queridos.
Repitieron el canto dos veces, y aunque la cosa está difícil, se mantienen con la esperanza y la fe en Dios como refugio en estos tiempos duros.
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