En el barrio de El Maguey, Villa Tapia, la gente está con el corazón roto por la pérdida de la sargento mayor Alba María Montero, que se fue después de pelear fuerte por su vida tras el lío del Jet Set. Era una mujer de 34 años con tres muchachitas de 10, 5 y 4 años.
Alba María aguantó varias semanas en el hospital, agarrándose a la vida con la misma garra que le ponía a su trabajo en el país. Su partida deja un hoyo grande, sobre todo en su familia, que todavía no se cree toda esta tragedia.
"Ahora nos queda luchar por esas tres princesas, para que el legado que ella dejó continúe", dijo su madre, Eberta Mateo, con lágrimas en los ojos.
El barrio entero está de luto. La gente en las calles de El Maguey va a recordar siempre a Alba María por lo buena gente que era, siempre dispuesta a echar una mano.
"Ella era un ejemplo para todos", dijo Amarilis Taveras, una vecina de la familia.
Otra vecina, Máxima Hernández, la describió como "un ser humano maravilloso que solo sabía dar amor".
En el entierro, que fue al mediodía en el cementerio de Villa Tapia, los del Ejército de la República Dominicana le dieron su respeto como se merece.
"La promoción hoy está de luto. Perdimos a una hermana que luchó hasta el final por su vida", dijo el capitán García Padilla, claramente afectado.
"Siempre la recordaremos por su amor, su carisma y por todos los momentos que compartimos como hermanos", agregó.
Los padres de Alba María ahora son el soporte emocional de sus nietas, y dicen que están dedicados a cuidarlas y darles todo el amor que necesitan para pasar este mal rato.
En el mismo lío también murieron el esposo de Alba María y padre de las niñas, el capitán Randy Rodríguez Cepeda, y otros cuatro familiares cercanos, entre ellos Sobeida Cepeda, Liselot Cepeda y Génesis Cepeda.
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