La escritora española Rosa Montero está encendía hablando de lo que nos puede traer la inteligencia artificial (IA) a nosotros los humanos. Ella dice que la tecnología puede meter a la humanidad en un lío, porque estamos viviendo como si controláramos todo, y eso no es así. En una entrevista con EFE en Bogotá, ella dice: "A mí me encanta la ciencia, la tecnología y no soy para nada una antitecnológica. Lo que pasa es que creo, tengo la sensación, de que estamos viviendo muy por encima de nuestras posibilidades de control de la tecnología en la que estamos cabalgando, que es como un tsunami".
Rosa Montero, que es de Madrid y nació en el 1951, sacó este año su novela 'Animales difíciles'. Este es el cuarto libro de la serie de Bruna Husky, y el tema central es la IA. Ella dice que si no manejamos bien esta tecnología, la humanidad podría desaparecer. "Estamos en riesgo de extinción por la energía nuclear y por las bombas atómicas; por el calentamiento global y por la inteligencia artificial (...) Si insistimos lo vamos a lograr, o sea que realmente estamos ahí en un momento preocupante", dice ella.
Montero explica que la IA es más que solo herramientas como ChatGPT. Ella menciona que las redes de transporte de muchas ciudades están controladas por la IA. Esta tecnología, según ella, "puede llevarnos realmente a una serie de conflictos", y el primero es cómo puede manipular la mente de la gente. "Los neurocientíficos más importantes del mundo, como Rafael Yuste, han creado la Fundación Neuroderechos y llevan años clamando en el desierto que se integren a la carta de derechos humanos los neuroderechos, que son tan simples como el derecho a que nadie se meta tu cabeza sin que tú le des permiso", explica.
Ella también advierte que la IA ya "puede convertirnos en peleles, hacernos decir qué es lo que queremos pensar, votar, comprar o sentir". Y ya se ha visto que en votaciones han influido mucho los bots, lo que es un peligro grande. "Otra parte del peligro sería la creación de una superinteligencia que si no la controlamos puede acabar con nosotros", afirma la ganadora del Premio Nacional de las Letras Españolas en 2017. Pero ella cree "en la capacidad de adaptación y de superación del ser humano" para enfrentar estos peligros.
En 'Animales difíciles', que se desarrolla en el año 2111, Montero también habla sobre la "crisis de la credibilidad y de la legitimidad democrática" y el "anhelo del dogmatismo, de fanatismos, de sistemas totalitarios que te responden simplificando con grandes y simplistas respuestas las angustias de la vida". Ella dice que "cada vez estamos sometidos a unas mayores amenazas, nos sentimos más asustados, más inermes y de repente aparece una especie de anhelo de esos grandes sistemas dogmáticos que parece que te simplifican la vida y te lo responden todo".
Montero menciona el concepto de retrotopía, diciendo que hay una tendencia a imaginar un pasado que nunca existió como perfecto y seguro. "Se cree que tenemos que volver a esa utopía, a ese retropasado utópico que nunca existió. Hay un auge de los movimientos retrógrados increíble y de los movimientos antidemocráticos que han ido creciendo y creciendo. Mis novelas hablan de eso", comenta.
En Animales difíciles, la autora toca el tema de la identidad a través de Bruna Husky, quien en la tercera parte de la serie, Los tiempos del odio, casi muere porque la envenenan y tiene que entrar en un experimento en el que le pasan sus memorias y emociones a otro cuerpo. "Ella antes, en las tres primeras novelas, es una tecnohumana de combate que mide dos metros, es fortísima, es una pantera. Y ahora le pasan a un cuerpo de tecnohumana de cálculo, que es una birria, es frágil, es pequeñita", dice. Y añade: "A mí uno de los temas que siempre me han interesado muchísimo a lo largo de todas mis novelas es la identidad. ¿Cómo se construye la identidad? Nuestra identidad se construye con la mirada de los otros y la relación que tenemos con nuestro propio cuerpo es siempre muy conflictiva, tremendamente conflictiva".
Ver todo