Oye, manín, tú no sabes el lío que se ha armado en Puerto Rico con esto de los boletos pa' ver a Bad Bunny. Resulta que el gobierno quiere regalar entradas pa' esos conciertos a los empleados públicos y a los chamaquitos que le meten mano a los estudios y sacan las mejores notas. La idea es como darle un empujoncito cultural a los que se destacan, tú sabes.
Pero el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, está que echa chispas. Dice que esa vaina es "inapropiada y ofensiva". Según él, "premiar la excelencia académica (de esa forma), cuando en nuestra plataforma de gobierno habla de crear un currículo contra la violencia (y) tenemos un exponente que denigra a la mujer y que habla de la violencia contra la mujer, no es consistente una cosa con la otra". O sea, no le gusta nada el plan.
Este proyecto lo propuso Verónica Ferraiuoli, la que está a cargo de la Autoridad del Distrito del Centro de Convenciones, y lo llaman "Debí tomar más training". Los conciertos son parte de la residencia "No me quiero ir de aquí" de Bad Bunny, que va a estar tocando del 11 de julio al 14 de septiembre en el Choliseo.
Ferraiuoli explicó que los boletos van pa' dos grupos: los empleados del gobierno y los estudiantes que rompen con las mejores notas en su último año. La movida tiene el apoyo del Distrito de Convenciones, La Fortaleza y el Departamento de Educación. Según ellos, es pa' celebrar a los que se destacan y darles algo cultural a los servidores públicos.
Pero Schatz no se queda callao y hasta en las redes ha dicho que "¡El Gobierno debe premiar la excelencia académica de nuestros estudiantes con una suma millonaria igual a los beneficios contributivos e incentivos que ha recibido Benito! ¡Repartirlo entre los mejores estudiantes de Puerto Rico! ¡Bad Bunny 'regala' migajas a cambio de millones!".
El concierto "No me quiero ir de aquí" celebra el último disco de Bad Bunny, "Debí Tirar Más Fotos", que es un homenaje a la cultura boricua, mezclando reguetón, salsa y plena. Dicen que el show no es solo música, sino también una reafirmación de la identidad puertorriqueña.
La gente está dividida en la calle. Algunos piensan que es un detalle bacano del gobierno, un reconocimiento moderno y a la moda pa' los estudiantes duros. Otros, como Schatz, están preocupados porque creen que usar un evento de entretenimiento con letras explícitas como reconocimiento oficial no es lo más bacano.
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