Este sábado, los cantautores dominicanos se vuelven a juntar pa’ dar un show en el Hard Rock Café, y eso va a estar de película. A Pavel y Marel no solo los une el hecho de que sus nombres terminan igual, sino que los dos aman la música, componer, y cantar en vivo. Ellos disfrutan pila compartiendo su forma especial de hacer arte con sus fans.
Pavel Núñez y Marel Alemany van a unir sus voces otra vez pa’ un show que promete ser único. "Pavel a Marel" es el nombre del concierto, y va a ser una noche mágica donde estos dos duros llevarán al público por un viaje nostálgico con sus canciones más icónicas.
"Este encuentro se dio de forma fluida, no fue nada estratégico", comenta Pavel sobre cómo se dio el junte pa’l concierto. Ellos no necesitan excusas pa’ unir sus talentos; solo hay que cuadrar las agendas y fluir. Marel vive en Canadá, pero su arte lo conecta con su tierra.
"Marel vive en Canadá, había que hacer que las agendas coincidieran y darle forma al proyecto, y por fin se dio", añadió Pavel. "Venimos de la misma Casa de Teatro, el público lo compartimos, es muy fácil hacer un concierto entre dos colegas de este perfil".
Pa’ Marel, este concierto era una deuda pendiente. "Teníamos que haberlo hecho hace mucho, porque yo conozco a Pavel desde la época de Casa de Teatro. Él tocaba, yo lo iba a ver, yo tocaba y lo veía pululando por ahí, y cuando yo saqué mi primera canción él me invitó a una gira que tenía, esa fue la única vez que estuvimos juntos en el escenario".
Por eso Marel piensa que este era un buen momento pa’ ese reencuentro, con gente que anda buscando buena música, buenas letras y sentimientos... "Y eso es lo que le vamos a dar", añade.
¿Qué va a ver la gente en el concierto? Pila de música, eso de entrada. Además, "dos amigos cantando canciones, narrando historias". "Será una interacción natural, una sola banda, obviamente para facilitar la uniformidad del repertorio, y es un conversatorio musical, por así llamarlo, donde Marel canta una canción, yo canto otra, él canta dos, yo canto dos, después una juntos, etc.", revela Pavel.
El público que quería escuchar canciones del otro también va a estar contento: "Hemos realizado, de hecho, un muy buen termómetro, que fue grabar dos canciones de antaño de cada uno, pero juntos".
"Sí, eso tocó una fibra porque nosotros escribimos las canciones, y ellas luego cogen vida propia, y yo creo que esos dos temas forman parte de las vidas de la gente. Hay gente que me escribe y me dice: 'Yo le ponía Lucecita a mi hija desde que nació y ahora tiene 11 años' o 'Yo conocí a mi mujer, y esa fue la canción que tocamos en la boda, que bailamos por primera vez'. Y estoy seguro de que a Pavel le ha pasado lo mismo", asegura Marel sobre la complicidad del público con sus canciones.
Y tiene razón cuando lo confirma: "Sí, con Canción de cuna es un feeling parecido. Son canciones primas hermanas. Canción de cuna viene más hacia un amor menos secular, porque el amor que describe Marel en Lucecita es más de pareja; la mía es maternal, o sea, dedicada a mi abuela en el momento que me tocó verla irse. Entonces, creo que los sentimientos que tienen que ver con dolor y enamoramiento, no sé por qué, pero cogen vida, y la gente abraza ese tipo de propuestas. Y lo que a la gente le ha sorprendido más es escucharnos interpretarla. Entiendo que eso también da una proyección, no solo de camaradería, sino de que el concierto se concibió desde un compartir, no necesariamente un concierto y ya".
Y ese es el poder de la música: tocar esa fibra, unir sentimientos, reparar corazones. "Yo sé que eso es lo que le pasa al público. Y poder vivirlo así, poder vivirlo como ellos lo hacen, escuchando a otro cantautor, vivir la interpretación de un colega, es algo mágico". "Eso es lo que va a ver la gente este sábado", dos artistas compartiendo todo su arte.
Ambos coinciden en que estamos viviendo un momento interesante, donde la música está al alcance de un clic. Ahora, la gente puede elegir desde sus celulares qué escuchar y cuándo hacerlo. "Algunos se suman a las tendencias del momento, mientras otros prefieren refugiarse en las voces de antaño, buscando una pausa, una desconexión de todo lo que domina el sonido actual", aseguran.
Las boletas para el show están disponibles en Tix.do, con precios que van desde RD$1,500 a RD$3,000. La cita es mañana sábado 10 de mayo a las 9:00 p.m en Hard Rock Café SD.
Ver todo