Desde el 2011, más de 9,000 madres han donado su leche para ayudar a los bebitos que están en cuidados intensivos en la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia. Cada botecito de leche que llega al Banco de Leche Humana Dra. Josefina Coén cuenta una historia de amor y empatía.
Este banco de leche, el primero en el país, ha estado recolectando y procesando leche desde octubre de 2011 para alimentar a los bebés prematuros o recién nacidos que no pueden ser amamantados por sus mamás por razones médicas, o que están en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Por eso, estas dos áreas del hospital están pegaditas.
Entre enero y mayo de este 2025, el banco ha ayudado a alimentar a 1,076 bebés que necesitaban cuidados especiales. Las mamás que donan suelen estar en el puerperio o haber parido hace no más de seis meses. Hay de todo, desde dominicanas y haitianas, hasta algunas americanas y venezolanas. Incluso, una de las donantes más destacadas es holandesa.
"Lo más importante es la donación extrahospitalaria. Hemos tenido la suerte de que hay madres que han buscado por su cuenta dónde pueden donar su leche", dice el doctor Santiago Martínez, director del banco de leche, refiriéndose a cómo logran mantener el inventario de este "oro líquido".
Las madres se enteran del banco a través de las redes o por amigas y familiares, cuenta Martínez. La leche no es solo para los niños de la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, sino que también puede ser solicitada por cualquier clínica u hospital público. "Si tenemos leche disponible, la compartimos", afirmó sin dudar.
Desde que empezó, el banco ha contado con la ayuda de 9,213 donantes, recolectando más de 5 millones de mililitros de leche materna, lista para el consumo después de 1,072 pasteurizaciones.
La leche pasa por tres etapas: primero es calostro en los primeros siete días; luego es de transición hasta el día 14, y finalmente, madura después de 14 días. La mayor cantidad fue de calostro, con 1,919,070 mililitros; la de transición fue de 866,775 mililitros, y la madura sumó unos 1,498,088 mililitros.
Considerando que durante su estadía en el hospital un bebé debe comer varias veces al día, esta cantidad de "oro líquido" ha servido para alimentar a los recién nacidos 219,787 veces. Ahora mismo hay más de 10,000 mililitros listos para usarse y suficiente espacio para recibir más.
"La leche es parte de la medicina de estos bebés por el nivel de anticuerpos que contiene", destaca el médico. El director aconseja a las mamás que se extraigan la leche manualmente durante al menos 15 minutos, para que contenga todos los nutrientes necesarios para el bebé.
Martínez anima a las madres a buscar orientación para llevar un proceso de lactancia exitoso en casa, porque "lo que más incide en el fracaso de la producción de leche es el círculo de la madre: esa hermana, la cuñada, la suegra, la vecina que le dice no".
"Que la madre venga a nuestro hospital, nos haga su donación que es el excedente de su leche, porque también el protocolo implica que ella supla la demanda de su propio hijo", aclaró.
En marzo de 2025, el Hospital Marcelino Vélez Santana, en Herrera, también abrió su Banco de Leche Humana. La empresa SCH se encargó de capacitar al personal para asegurar el uso adecuado de la pasteurizadora y otros equipos esenciales.
Cuando una madre quiere donar, lo primero es crearle su ficha de donante con sus datos, como la fecha de parto, si ha recibido transfusiones, tatuajes recientes o si usa sustancias prohibidas. También se le hacen pruebas de laboratorio, como hemograma, hepatitis y VIH.
Después de estos pasos, se le explican las medidas de higiene para extraerse la leche, el tiempo útil de la leche (que debe entregarse antes de 15 días de extraída) y el proceso de transportación con hielo seco. La leche se evalúa sensorialmente y se verifica su acidez. Si no cumple, se descarta.
La leche que pasa las pruebas es pasteurizada para eliminar bacterias patógenas. "El proceso de laboratorio es riguroso, incluyendo cuatro cultivos después de la pasteurización", precisa Martínez. "Después de pasteurizada, la leche refrigerada puede durar entre tres y seis meses. Ahora bien, después que se descongele, hay que usarla en 24 horas, no puede volver a congelarse", destacó.
Sobre si se desecha la leche después de seis meses almacenada, el doctor confiesa que nunca ha pasado. "Eso quiere decir que la leche que está siempre se dispone. Queda corta con relación a la demanda", afirma.
La leche materna provee anticuerpos, protege contra infecciones respiratorias, de oído y alergias alimentarias, previene episodios de diarrea, es rica en ácidos grasos para el desarrollo neuronal del bebé y previene el cáncer de útero y mama en la madre.
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