La vaina estaba encendía esa noche del Día de las Madres en el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua, mi gente. Manny Cruz, con su energía de otro mundo y su entrega total, metió a to’ el mundo ahí en su concierto "2080". Eso fue una fiesta retro-futurista, llena de nostalgia, ritmo y emoción, celebrando a las madres como se debe.
Desde que las luces se bajaron y la cantautora Paloma Richiez empezó a cantar con su voz cálida, el público sabía que se venía una experiencia bien montada. Manny, que ha sido nominado seis veces al Latin Grammy, no se guardó nada. La producción fue una vaina bien hecha, con Focus Entertainment y el mismo Manny al mando, Antonio González dirigiendo la música y Marcos Taveras con la coreografía.
Manny llegó vestido con un flow ochentoso y montado en su famoso motor, arrancando el show con "Hombre divertido". Ahí se sabía que la nostalgia se iba a mezclar con lo de ahora. Canciones como "La dueña del swing", "All Night Long" y "Oye" pusieron al público a brincar y nadie volvió a sentarse.
"Gracias por estar aquí celebrando con canciones que marcaron nuestras vidas", dijo Manny emocionado antes de invitar al legendario Dioni Fernández para cantar "Fiesta, fiesta". Ese fue un momento clave de la noche, lleno de homenaje.
El concierto fue un viaje desde el pasado hasta lo más reciente, con temas como "Sabes enamorarme", "No me lo creo", "Bailando contigo" y "Deja Vú", mostrando por qué Manny es uno de los artistas más queridos en la música tropical de ahora.
El momento más emotivo fue cuando su madre, Milagros, subió al escenario para cantar juntos el clásico "Sabor a mí". Ella, con lágrimas, no se guardó nada: "Siempre ha sido un hijo maravilloso. Estoy muy orgullosa de ser su madre".
Manny, que siempre está con su gente, bajó del escenario, caminó entre la gente, saludó, abrazó, recibió carteles de sus fans más pequeños y dejó que esa cercanía diera el tono de la noche: familiar, cálido, festivo.
También hubo un momento pa' recordar. Con voz firme, Manny rindió homenaje al legado de Rubby Pérez y al güirero Hadid Valenzuela, quien falleció recientemente. "Que el merengue de Rubby y la güira de Hadid nunca dejen de sonar", dijo, recordando lo que de verdad importa: la familia, los seres queridos y la conexión con Dios.
El tercer bloque trajo más sorpresas. "Santo Domingo" prendió de nuevo al público, y el homenaje a Johnny Ventura no se hizo esperar. Jandy Ventura y El Legado se unieron a la fiesta, que cerró con broche de oro con Aramis Camilo y su famoso "El motor", dejando una energía por el cielo.
Así fue como Manny Cruz demostró por qué es un duro en la música dominicana actual. "2080" no fue solo un concierto, fue una declaración de amor a la música, a la familia y a la alegría de vivir.
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