Oye, déjame contarte lo que pasó por aquí en Jarabacoa. Las autoridades andan como locas buscando al niño Roldanis Calderón, que tiene solo 3 añitos y está desaparecido. Este sábado se armó un lío con varios allanamientos al mismo tiempo en diferentes sectores, todo para ver si encuentran alguna pista del chamaco.
Uno de esos líos fue en la casa de Carolina Vargas Ureña, la mamá del niño, en el barrio La Candelaria. Dicen que la doña se puso medio terca cuando llegaron los agentes, y por eso la retuvieron un rato. El coronel Diego Pesqueira, que es el que da la cara por la Policía, dijo: "No hubo ninguna situación anormal. La joven está en su casa. En el allanamiento, la madre de ella intentó impedir las acciones de las autoridades, fue retenida momentáneamente hasta que concluyó el allanamiento y fue liberada inmediatamente ahí mismo, en la misma casa. Fueron seis allanamientos simultáneos".
La que estaba al mando de todo eso era la magistrada Elizabeth Jiménez, que trabaja en la Corte de Niños, Niñas y Adolescentes de La Vega, junto con el Ministerio Público y la Policía. Allí también agarraron a dos menores, la hermana de Roldanis y una prima, para hacerles unas pruebas psicológicas, ya tú sabes, por aquello de la Ley de Protección de Menores.
Ramón Cabral, el abogado de la familia, contó que se metieron en la comunidad de Los Tablones, donde vive una tía del niño, y en Hato Viejo, donde están los papás.
El chamaquito se perdió el domingo 30 de marzo mientras jugaba en el patio de la casa de su tía en Los Tablones, allá en Manabao. Desde entonces, todo el mundo anda desesperado, con más de 150 personas buscándolo, usando perros, drones y rescatistas.
La gente del barrio está bien preocupada y esperando que las autoridades digan algo más sobre lo que está pasando. La mamá del niño, Carolina Vargas Ureña, hasta salió en un video pidiendo ayuda: "Les pido que me ayuden a recuperar a mi hijo", decía llorando.
Las autoridades han estado interrogando a los papás, hablando con los vecinos y hasta hicieron una reconstrucción de lo que pasó, revisaron el río y todo. Ojalá y pronto se sepa algo más, porque todo el mundo está con el corazón en la mano.
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