Oye, mi gente, miren lo que está pasando con el puente de la 17. La vaina ta fea, porque ya se han caído cuatro postes de esos metálicos que aguantan los cables de luz y teléfono. Las barandas y otras piezas están destartaladas, y eso demuestra que a ese puente no le han metido mano en años. La gente del barrio está preocupada.
Hace poco se cayeron esos postes, y todavía no se sabe bien por qué, las autoridades están investigando. La gente lleva años quejándose y reclamando, pero los gobiernos no le han hecho caso. La última vez que le dieron mantenimiento al puente fue en el 2004, y desde entonces nada de nada.
El puente de la 17 ha sido víctima de ladrones que se llevan los parapetos o pedazos de metal de las barandas. Hay partes que están sueltas porque no las han podido llevar, y otras que sí, dejando huecos peligrosos donde cualquiera se puede caer. Las juntas de expansión también están corroídas, y eso da miedo a los peatones porque pueden ver hasta abajo, todas las casas, calles, y el río.
Desde abril, una compañía llamada Proyectos Industriales S.A. (Pinsa) se puso en eso y comenzó a trabajar en la parte interna del puente en Santo Domingo Este, cambiando vigas que ya estaban dañadas por el tiempo. Pero hay gente que dice que la cosa va lenta. Han tenido que desalojar varias familias que vivían justo en la zona de trabajo, y están negociando con otras que viven debajo del viaducto para seguir con la rehabilitación.
En el otro lado, en el Distrito Nacional, también hay gente trabajando en la estructura metálica. La cosa está más movida que en meses pasados, pero la gente sigue pensando que los trabajos deberían ir más rápido.
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