Oye mi gente, les cuento que el lío con Bernardo Figueroa Ferreira está caliente. La jueza en Las Palmas de Herrera le metió tres meses de cárcel en Najayo Hombres. Este abogado está hasta el cuello porque lo acusan de matar a la profe Francisca Emiliano, que tenía 64 años.
El pana Héctor Arias, que defiende a Figueroa, dice que "vemos ciertas ambigüedades e irresponsabilidades de la Fiscalía de Santo Domingo Oeste" porque el sobrino de la profe, José David Ceballos, se tardó como 14 días para mostrarle a los policías dónde estaba el cuerpo de su tía. Y ni lo han detenido, solo lo tienen de testigo.
Otro abogado, Dionisio Castillo, saltó diciendo que la investigación menciona a tres personas (Bernardo, José David y Deybi Yan Bicol, un haitiano de 21 años que confesó su parte en el lío), pero solo han trancado a Bernardo. "La investigación habla de tres personas... y hasta el momento solo hay un detenido", dijo Castillo. Ellos dicen que tienen pruebas para demostrar que Bernardo es inocente.
La familia de la profe está de acuerdo con que Bernardo esté en Najayo, aunque sus abogados querían que lo mandaran a Monte Plata o a una cárcel para viejitos, porque dicen que está enfermo y en peligro por los casos en los que ha trabajado. Pero los familiares de la profe quieren justicia completa. Samuel Terrero Martínez, el nieto, dijo que "no mataron a cualquier persona... mataron a una maestra, una madre, una abuela".
Ruth Esther Martínez, otra nieta, está más tranquila porque ve que las autoridades "están cumpliendo". Ella cuenta que una vez vio a Figueroa amenazando a su abuela por unas propiedades.
La profe Francisca fue reportada como desaparecida el 24 de enero y la encontraron días después por el río Haina. Según las autoridades, Deybi confesó que Figueroa le dio un palo en la nuca a la profe y luego la metió en una maleta para llevarla a un lugar apartado.
La cosa está seria, mi gente, y la comunidad está en shock porque involucraron hasta el sobrino en este lío. Como dijo Terrero, "vivimos en un mundo en el que no nos podemos sorprender por nada".
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