Óyeme, si tú ‘tá buscando comprar o alquilar una casita en el Distrito, en esos barrios donde vive la gente que tiene su chelito, no creas que porque tienes los cuartos resueltos ya está todo hecho. A veces, aunque tengas el dinero, te topas con un lío, porque en estos sitios te miran de arriba abajo y si no les gusta lo que ven, te frenan. Esos prejuicios sociales son una vaina.
Te cuento: hay gente que te juzga por cómo te ves, cómo hablas, qué estudiaste, en qué trabajas, o hasta por cómo te vistes. Imagínate, te pueden dar banda porque no les gusta tu flow. Pero, ¿es eso legal?
Mira, José Arismendy Vanderlinder, que es un tigre duro en eso de la ley, dice que ningún condominio puede decirte a quién puedes venderle o alquilarle tu apartamento basado en prejuicios. "Cuando se hace un condominio, se crean unas reglas internas, pero no pueden prohibirte vender o alquilar por cuestiones personales, a menos que haya una razón legal bien clara", él dice.
Si te topas con que te discriminan por ser quien eres, puedes meterles una demanda. Y si el dueño del apartamento también se siente afectado por todo este berenjenal, puede ponerse de tu lado y hasta ser testigo en el pleito legal.
Ahora, si el que te está discriminando es el dueño del apartamento, tú tienes que probarle al tribunal que es por eso. "La persona tendría que demandar, buscar prueba de que el propietario la está rechazando por discriminación", dice el abogado. Pero ojo, si no tienes pruebas como un video o una llamada donde se escuche que te están discriminando, la cosa se complica. Y tampoco se puede obligar a un dueño a vender o alquilar, porque eso es su derecho.
En estos lugares, es común escuchar a la gente quejarse de las normas. Que si no puedes tener mascotas, que si bajale algo al volumen de la música. Pero esas reglas deben ser sobre el uso de las áreas comunes, no sobre quién eres tú. "Las restricciones no pueden basarse en raza, color, sexo, pensamiento, preferencia u orientación", dice Vanderlinder.
Todo el que vive en un condominio tiene que seguir las reglas, pero esas reglas no pueden quitarte tus derechos de propiedad porque tú pagaste por eso. Según Vanderlinder, en un condominio eres copropietario de todo el edificio. Tienes tu espacio privado y compartes áreas comunes, y eso debe respetarse.
El derecho de propiedad se basa en tres cosas: uso, usufructo y disposición, y es un derecho que está en la Constitución. El Estado debe asegurarse de que todos tengan acceso a la propiedad, especialmente a la que está titulada. Además, no se pueden confiscar bienes por razones políticas, y solo con sentencia definitiva se pueden confiscar bienes relacionados con actividades ilícitas.
Así que ya sabes, si te discriminan, no te quedes callado. Busca tus derechos y defiéndete.
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