Oye, mi gente, la cosa se ha puesto seria con los motores. Ya van más de 400 motoristas que han perdido la vida este año por no tener un casco como es debido. Las autoridades van a ponerse fuertes con la ley que dice que tanto los que manejan como los que van de pasajero tienen que andar con casco. La idea es bajar las muertes y los líos grandes en las calles.
El Intrant, que es el que está al mando de esta vaina, ya dijo que van a estar chequeando que todo el mundo ande con su casco bien puesto. Además, van a apretar los controles para que nadie se haga el loco y todos usen su casco.
Esto es parte de seis medidas que van a implementar este año. Lo anunciaron en el "Primer foro nacional para el uso responsable de la motocicleta". También aprobaron que cada motor que se venda tiene que traer su casco certificado internacionalmente para el que lo maneje, y van a impulsar que se dé un segundo casco para el pasajero.
Milton Morrison, el jefe del Intrant, dijo que ya van unos 700 muertos en accidentes, de los cuales más de 400 eran motoristas sin casco adecuado o que ni siquiera lo tenían. En el foro, él tiró la bomba de que hay más de 3.5 millones de motores registrados, pero menos del 1 % de los motoristas tienen licencia. Eso es un desorden grande, hace difícil que se pueda controlar y es un peligro para la gente.
Por eso, el Intrant va a reforzar las reglas del uso del casco y va a prohibir que se vendan motores sin casco certificado. Como dijo Morrison: "Se acabaron los cascos carabelita", refiriéndose a esos cascos de mala calidad que no protegen a nadie. La nueva norma va a impedir que entren cascos que no cumplan con estándares de seguridad internacionales.
En el evento estuvieron representantes del Gobierno, el sector privado, asociaciones de motoconchistas, plataformas digitales y organismos internacionales, presentando las seis medidas estratégicas que van a arrancar este año.
Todo esto es parte del Decreto 656-24, que dice que la seguridad en las calles es un tema de gran importancia. También está alineado con el Pacto Nacional por la Seguridad Vial, que más de 120 instituciones han firmado, con la meta de reducir las muertes por accidentes en un 50% de aquí al 2030.
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