Un temblorcito de 7.6 sacudió el Caribe y puso a to' el mundo en vilo
El sábado por la noche, un sacudión de 7.6 en la escala de Richter se sintió como a 209 kilómetros de la costa de las Islas Caimán, y eso hizo que se prendiera la alerta de tsunami pa' to' el Caribe, incluyendo nuestra querida República Dominicana.
Tan pronto sintieron el meneo, el COE se puso en acción activando su protocolo pa' estos casos, porque un tsunami podía dar un susto en las áreas costeras del país.
"El COE activa su protocolo de alerta de tsunami y emite una alerta amarilla para toda la costa del país. La población circundante a la costa debe ir a los lugares más altos, no deben usar las playas en estos momentos y las embarcaciones deben permanecer en puerto", explicó el director, mayor general Juan Manuel Méndez, en una rueda de prensa el sábado, pa' que la gente no se descuidara ante el aviso de maremoto.
El Indomet también le dijo a la gente que se alejara de la zona costera y que si podían, se fueran pa' lugares altos a más de 20 metros o por lo menos a dos kilómetros pa' dentro, siempre haciendo caso a lo que digan las autoridades.
Además, dijeron que las embarcaciones pequeñas y medianas mejor no salgan a navegar en las próximas horas, porque el tsunami podía traer corrientes fuertes.
Aunque la alerta se quitó menos de una hora después de que la dieron, aquí en el país la gente se puso nerviosa pensando en un posible maremoto.
Aunque estamos en una zona donde los temblores son frecuentes por el roce de las placas del Caribe y Norteamérica, solo una vez hemos tenido un tsunami fuerte.
Eso lo dice el Centro Nacional de Sismología de la UASD. En su página dice que el 4 de agosto de 1946, un terremoto de 8.1 sacudió la isla, con intensidades de X y XI en la escala de Mercalli Modificada, causando un tsunami que arrasó con Matancitas, en la provincia María Trinidad Sánchez de ahora.
Ese fue el temblor más fuerte que ha tenido la isla y trajo olas de más de 9 metros que llegaron hasta 2 kilómetros pa' dentro, destruyendo casi to' en la comunidad.
De unas 300 casitas de madera, solo ocho quedaron en pie después de eso que pasó hace casi 79 años. Los puentes se vinieron abajo y Cabrera, Nagua y Sánchez quedaron incomunicados.
Cuando se da una alerta de tsunami, es mejor que la gente se aleje de la costa y se vayan a lugares altos. También, no dejar que las embarcaciones salgan y evitar las playas. Y siempre tener un plan de evacuación listo y estar con la familia.
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