La chamaquita de 13 años todavía estaba interna el domingo; le están dando su apoyo sicológico y está estable.
La noche del jueves 15 de mayo se puso fea en Lavapié. La lluvia caía a cántaros y las alcantarillas, tapadas, rugían como leonas hambrientas.
En medio del corre corre, Sheilin Villar, una niña de 13 años, fue chupada por una de esas alcantarillas mientras trataba de cruzar la calle. La corriente se la llevó ante los ojos de los vecinos que solo pudieron gritar su nombre. Todos pensaron lo peor.
Los bomberos y la Defensa Civil llegaron de una vez y empezaron la búsqueda. Revisaron las entradas del sistema de drenaje, quitaron tapas, gritaron su nombre. Pero la noche avanzaba, el cansancio pesaba y la esperanza se iba con la lluvia. Pararon la búsqueda prometiendo seguir al amanecer.
Pero el destino no quería cerrar ese libro. Un grupo de vecinos, con un joven llamado Yeuri Féliz al frente, no quiso dejarlo así.
Sin uniforme ni equipo especial, pero con un coraje del carajo, Yeuri se metió en los túneles con otros del barrio. Caminaron más de 300 metros por las alcantarillas, enfrentando la oscuridad, el lodo y el mal olor.
Fue entonces, en una esquina del drenaje, que oyeron un sonido suave.
Sheilin estaba viva. Atrapada entre la basura y el lodo, sin luz, sin mucho espacio, pero respirando.
El rescate quedó grabado en video: un brazo tembloroso que sale de la rejilla, las manos que la agarran, los gritos de alegría.
Yeuri la cargó en brazos como si fuera un milagro y la llevó al Centro Médico Constitución (Cemeco), donde la atendieron por un golpe en la frente y síntomas leves de frío.
El gesto de Yeuri ha despertado admiración y gratitud en todo el barrio. Para muchos, es el héroe de Lavapié, un ejemplo de lo mejor que puede salir incluso en los peores momentos.
Las autoridades, por su parte, prometen averiguar cómo está el sistema de alcantarillado, especialmente la falta de tapas—esas trampas mortales que, con cada aguacero, se llevan vidas o meten miedo.
Sheilin volvió a nacer esa noche. Y San Cristóbal recordó que incluso en medio del abandono, la solidaridad sigue siendo el corazón de un pueblo. Porque no fue solo un rescate: fue una comunidad que, en su momento más oscuro, decidió no rendirse.
Villar sigue interna en el Centro Médico Constitución (Cemeco). Durante el fin de semana, Diario Libre fue a Lavapié y también habló con Ricardo Salazar, el director del centro donde está la adolescente.
Salazar dijo que la muchacha se quedará interna hasta que supere las infecciones provocadas por los roces sufridos dentro del sistema cloacal.
"Un equipo multidisciplinario, compuesto por neumólogos y especialistas en salud mental, está trabajando con la niña para estabilizarla en todos los aspectos", explicó Salazar.
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