La literatura como un puente, conversaciones que alimentan el alma
"Leer. Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados". Así mismo lo dice el Diccionario de la lengua española en la primera definición del verbo leer. También el diccionario agrega otra definición: "Entender o interpretar un texto de determinado modo".
Hoy en día, leer se ha vuelto un acto personal, algo que hacemos pa' nosotros mismos, pero que también nos hace mirar más allá, ya sea pa' dentro o pa' fuera. Pero no siempre fue así. Solo hay que recordar las lecturas en voz alta en la venta de Juan Palomeque en El Quijote. El que sabía leer lo hacía en voz alta y los demás escuchaban encantados.
Todavía nuestras abuelas se sentaban en su mecedora y nos reunían pa' contarnos cuentos, cantarnos versos o ponernos a sudar con trabalenguas complicados. Aunque ahora leemos en silencio, metidos en nuestro mundo, los que amamos los libros sabemos que la lectura tiene ese lado compartido que la hace más rica.
Emily Dickinson dijo que "para viajar lejos no hay mejor nave que un libro". Este finde, nuestra nave de la lectura llega a Santo Domingo de Guzmán, llena de contadores de historias, de Sherezades listas pa' salvar su vida y la nuestra. Ese es el poder de la literatura. Y la nave llega a las orillas del Caribe, que se convierte en un mar de palabras, de nuestras palabras.
La Fundación René del Risco Bermúdez nos trae el festival internacional de literatura Mar de Palabras. Un grupo de escritores duros van a hablar de libros y de la lectura. Van a celebrar el placer de compartir pasión y conocimiento. Y, durante tres días, la palabra escrita le va a dar paso a la palabra hablada. Seremos como mercaderes alrededor de una fogata en el desierto, como emir y Doniazada sobre una alfombra suave, o como huéspedes de Juan Palomeque.
Ese diálogo que tenemos en silencio con los libros se pone más sabroso cuando hablamos con otros lectores: si hay algo que nos gusta casi tanto como leer, es hablar de libros. Y si además podemos escuchar a los autores mismos –y van a ser muchos y muy buenos en Mar de Palabras– el gozo y el aprendizaje están asegurados.
La Fundación René del Risco Bermúdez nos propone Mar de Palabras, el primer festival internacional de literatura en el Caribe, como un espacio abierto pa' hablar de libros, pa' inspirarnos a leerlos, pa' conocer más de ellos y de cómo se crean; en definitiva, pa' compartir la pasión por la lectura.
Y yo creo, de verdad, que Mar de Palabras llega en el momento perfecto. Muchas veces nos hemos quejado de que en la República Dominicana no se lee. Pero yo siento que eso está cambiando, poquito a poco y en pequeños círculos, pero está cambiando.
Emilio Lledó escribió en su libro Necesidad de la literatura que "los libros nos dan más, y nos dan otra cosa. En el silencio de la escritura cuyas líneas nos hablan, suena otra voz distinta y renovadora". Aunque nuestro destino esté lejos, esa voz de la literatura nos acerca a él. Y esta semana en Santo Domingo se va a oír clara, distinta y renovadora la voz de la literatura.
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