A sus 78 años, el duro del pop británico, Elton John, demuestra que todavía está en pie, como dice su canción 'I'm Still Standing'. El miércoles pasado, Elton presentó su nuevo disco junto a la estrella del country Brandi Carlile, y puso a todo Londres a bailar con su concierto. Aunque ya está viejito, el pana sigue firme creando música y luchando por lo que cree justo.
Elton llegó al teatro London Palladium caminando despacito y con la voz un poco gastada, pero con toda la energía para mostrar su nuevo trabajo con Carlile, 'Who believes in angels?'. Él mismo dijo que este disco tiene la misma vibra que los que hizo en los setenta. Antes del concierto, habló con el actor Dan Levy para un especial de televisión que se verá en abril por CBS y ITV.
No pudo faltar su opinión sobre las cosas que están pasando en el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde el nuevo Gobierno parece querer echar para atrás muchas de las causas que él ha apoyado. El tipo dijo: "Se ha puesto feo ahí fuera, pero todo esto también pasará. Si me pronuncio contra gobiernos, ¿qué pasará con el dinero contra el sida? No puedo salir a decir: 'Eres un imbécil'. Tienes que sentarte a negociar y luchar por ello. Incluso si tengo que ir a verle cara a cara, lo haré".
Vestido con un traje azul, zapatos rosados y sus gafas de siempre, de las que dice tener "entre 10.000 y 15.000", Elton también quiso meter en su disco una canción con mensaje positivo para la comunidad LGTBI, así que le pidió a Carlile que escribiera la letra de 'Swing for the fences'. A pesar de todo, el tipo mantiene que él es "tan solo un músico" y que lo único que puede hacer son canciones "que unan a la gente".
El disco 'Who believes in angels?' no fue fácil de hacer, y ambos artistas lo reconocieron. En un momento, Elton casi se sale del proyecto, pero al final no lo hizo "para no dejar tirados a los tres compañeros de viaje". Elton contó que quería que este álbum impulsara a Carlile a otro nivel, porque aunque ella es famosa en Estados Unidos, no lo es tanto en otros lados.
Carlile dijo que sin Elton John nunca se habría metido en la música, pues descubrir su música a los 11 años la convenció de que ese era su camino. La colaboración nació de una carta que ella le escribió a Elton, contándole lo importante que él era para ella. Luego, él la invitó a Las Vegas y desde entonces comenzaron una amistad que, después de 20 años, por fin se tradujo en un trabajo juntos.
Emocionado por tocar con ella en directo por primera vez, Elton también habló del amor por sus hijos Zachary, de 14 años, y Elijah, de 12. Dijo: "David (Furnish, su esposo) dijo: 'Tengamos hijos'. Yo siempre había dicho que no, pero esta vez acepté (...). Y tuvimos dos niños que son los mayores regalos que nunca he tenido. Han cambiado mi vida y la de David, me han dado una nueva perspectiva. Quiero que en mi lápida no ponga nada del jodido 'Crocodile Rock', sino que solo ponga: 'Fue un gran padre'".
El concierto comenzó con 'Where are the angels' y 'Swing for the fences', y siguió con un repertorio donde mezclaron baladas, rock, country y, por supuesto, las canciones pop al piano que nunca pasan de moda, como 'Tiny dancer', 'Your song' y la famosa 'I'm Still Standing'.
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