Ticketmaster se defiende por la venta de boletas de Bad Bunny

La empresa dice que no son verdad las acusaciones de hacer vainas raras después que la OCU metió una denuncia y el Ministerio de Consumo empezó a investigar.

Ticketmaster mandó un comunicado a EFE este jueves defendiéndose de las críticas por cómo manejaron la venta de boletas pa' los diez conciertos que Bad Bunny va a dar en 2026 en España.

La declaración sale después de que el Ministerio de Consumo empezara a investigar por una denuncia que metió la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y otras gentes.

En el papel, la empresa dice bien claro que no usan «precios dinámicos» —que es cuando el precio de las boletas sube o baja según la demanda— y asegura que «los precios de las entradas se fijaron de antemano y no cambiaron durante el proceso de venta».

Ticketmaster también niega que haya «cargos ocultos», diciendo que «el precio total, incluidas todas las tarifas, se mostró a los consumidores desde el inicio, incluso mientras esperaban en la cola virtual».

La empresa dice que la venta fue «extraordinaria», diciendo que vendieron más de 600,000 boletas en un solo día para 12 estadios, y que eso «batió todos los récords de la música en directo en España».

El lío empezó después de que la OCU metiera una denuncia el 9 de mayo ante la Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador del Ministerio de Consumo, diciendo que había un «cobro irregular y abusivo».

Entre las cosas que denunciaron, dijeron que los gastos de gestión —que los paga el usuario y no el que vende— «suelen estar ocultos hasta casi el momento del pago».

También criticaron que esos cargos no se devuelvan, lo que hace que la gente no pueda recuperar su dinero si cancelan o cambian el evento.

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