"Tener la tarjeta o no, ¿cuál es el lío?"

Oye, mi gente, vamos a sacarle jugo a esta vaina que nos puede dar pila de beneficios. Como decía Shakespeare, la respuesta a eso que siempre me preguntan no es la misma para todo el mundo.

Mira, si tienes un martillo y eres albañil, es una cosa, pero si eres de esos que se prenden en dos tiempos y empiezan a dar golpes, eso es otro mambo. La decisión de tener un martillo depende de cada quien.

– "Los dos quieren el martillo", dice Diego Sosa.

Claro, pero uno lo usa bien y el otro, tarde o temprano, va a tener líos. Si ese segundo no quiere problemas, ya sabe lo que tiene que hacer: no tener el martillo a mano o aprender a usarlo solo para clavar clavos donde deben ir.

Las tarjetas de crédito son útiles si uno las usa con cabeza. Si quieres saber cómo usarlas bien, chequéate mi webinario en septiembre, que voy a estar hablando de eso. Toda la info está en mis redes @diegososasosa.

Hay muchas más maneras de usarlas bien, pero aquí no tengo tanto espacio para explicarte todo. Lo que te puedo decir es que si eres un buen albañil, necesitas un martillo bueno, y si eres de mecha corta, aprende a manejar ese martillo y no tenerlo cerca cuando puedas perder los estribos.

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