En un lío de esos bien feos, las autoridades se metieron a la casa del tipo y encontraron un paquetón de drogas, balas de las grandes, cargadores y hasta miras telescópicas. El Ministerio Público quiere meter preso a Álvaro Arboleda, "el Jurón", porque dicen que es el capo de una ganga que anda metida en líos de droga, sicariato, atracos y más en el Distrito Nacional.
La cosa se puso más caliente porque, según la acusación, Arboleda y su corillo, que incluye a Ariel Valenzuela Calderón, "Caballo" o "Piquito", Chemin y Cheito, están metidos en el lío del asesinato de Rikelvin Peguero Encarnación, alias "Keko". La Fiscalía del Distrito Nacional dice que interceptaron al pana en la calle y le dieron plomo ilegalmente, mientras su hermana miraba todo y trataba de ayudarlo, pero no pudo hacer na'.
Además, están investigando a los tigres por tratar de matar a Juan Carlos Peguero Encarnación, "la Mamota", el 16 de junio de 2024, y también por el lío del 12 de septiembre de 2020, cuando mataron a Camilo Guzmán Valdez, alias "Lele".
El 28 de abril de 2025, como a las 4:30 de la tarde, el Ministerio Público y la Policía cayeron de sorpresa en la casa de Álvaro en Ciudad Juan Bosch, Santo Domingo Este. Ahí encontraron un bulto azul con tres porciones de polvo blanco que luego el Inacif dijo que era cocaína, pesando 725.10 y 221.00 gramos.
También hallaron 82 cápsulas pa' fusil M-16, 31 cápsulas de 380 mm, 39 de 45 mm, 40 de 40 mm, 10 de 38 mm y 84 de 9 mm. Por si eso fuera poco, tenían dos cargadores pa' fusil M-16, tres cargadores de 30 cápsulas, cinco miras telescópicas, cinco resortes pa' cargadores de 9 mm, una empuñadura pa' pistola, una balanza digital y una prensa industrial de metal.
El Ministerio Público dice que todo esto es violación a varios artículos del Código Penal Dominicano, de la Ley de Armas y de la Ley de Drogas. Quieren meter al tipo preso preventivamente porque, según ellos, el hombre no tiene arraigo y es el jefe de una ganga activa. Por eso creen que es necesario aplicar la medida de prisión preventiva según el artículo 226, numeral 7, del Código Procesal Penal.
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