Mira, esta es la vuelta de un extranjero misterioso que encuentra su norte cuidando a un chamaquito que lo andan cazando.
Ahora en estos días, el anime siempre anda buscando romperla con lo visual y lo temático, pero "Sword of the Stranger" se sale del bonche por su simplicidad, precisión y sentimiento. Esta peli animada es una mezcla de acción vibrante y una historia de redención de lo más humana, haciendo que el que la vea se quede pegado con la trama.
En el Japón de antes, un muchachito llamado Kotaro y su perro fiel Tobimaru están en la mira de una dinastía extranjera misteriosa y poderosa: los Ming. El destino parecía estar escrito, pero llega un guerrero sin rumbo conocido como Nanashi ("sin nombre") y, sin darse mucha cuenta, se mete en un viaje de redención.
Le pagan a Nanashi para que lleve al niño a un templo budista lejano, y en el camino se enfrenta a sus propios demonios mientras pelea con espadachines que no se cansan, mercenarios sin escrúpulos y enemigos que lo hacen recordar el pasado que él quería borrar.
A diferencia de otros animes grandes que se tiran con tramas complicadas o conceptos filosóficos profundos, "Sword of the Stranger" se mantiene en lo clásico. No viene a reinventar ni a revolucionar la animación japonesa.
Y aun así, se destaca como una de las obras más fuertes y memorables del género. ¿Cómo lo logra? Todo está en cómo se cuenta la historia.
Dirigida por Masahiro Ando y producida por el estudio Bones, la película mezcla magistralmente lo visual, emocional y lo narrativo. Aunque la historia es sencilla, está cargada de humanidad: habla de sacrificio, redención, compasión y de proteger a los inocentes.
La conexión entre Nanashi y Kotaro se desarrolla de forma natural, sin tener que hablar demasiado. Mucho se dice con los silencios, miradas, gestos y acciones, mostrando confianza en el poder del "show, don’t tell".
Las escenas de acción en "Sword of the Stranger" son de lo mejor, no por ser un espectáculo vacío, sino por cómo se integran perfectamente en la historia. Cada pelea tiene una razón: avanzar la trama o profundizar en la psicología de los personajes.
Las coreografías de combate son fluidas, precisas y brutales. No se sienten como interrupciones, sino como parte del conflicto interno y externo de los protagonistas.
Pero la película no se pasa metiendo peleas interminables. Las distribuye de forma que la tensión vaya creciendo poco a poco. El clímax, un duelo final que es tanto físico como simbólico, es visto por muchos críticos como una de las escenas más intensas del anime moderno.
Nanashi, el ronin sin nombre, es el típico héroe solitario marcado por un pasado pesado. No desenvaina su espada, como símbolo de su remordimiento y deseo de paz, y eso le da un peso emocional a cada escena.
Kotaro es un chamaquito cabezón, vulnerable pero valiente, que actúa como el cambio que Nanashi necesita. La relación que forman no se dice mucho, pero se siente auténtica y conmovedora.
Incluso los malos, especialmente el espadachín extranjero Luo-Lang, están bien trabajados. Luo-Lang no es el típico villano plano: es una fuerza que busca desafío, más interesado en el arte del duelo que en la causa por la que pelea.
Ponerlo frente a Nanashi es un acierto narrativo que va más allá de la clásica pelea de "héroe vs. villano".
"Sword of the Stranger" se inspira en el clásico western "Shane" (1953) y lo adapta al contexto japonés. Como Shane, Nanashi es un extranjero atormentado por su pasado, que quiere mantenerse al margen, pero el deber moral de proteger a los vulnerables lo arrastra.
Ambos comparten la incertidumbre de saber que no pueden quedarse mucho tiempo en un mundo que ya no les pertenece.
Este paralelismo le da al filme una resonancia arquetípica: el guerrero errante, el inocente en peligro, el enemigo implacable. Pero en vez de sentirse como copia, la película homenajea y reinterpreta estos elementos con una sensibilidad moderna y un lenguaje visual excepcional.
Desde que salió en 2007, "Sword of the Stranger" ha sido reconocida por su calidad técnica y narrativa.
Fue nominada a muchos premios, incluyendo los Asia Pacific Screen Awards, y ganó el premio a Mejor Película de Animación en el festival FANTASPOA. También fue presentada por Japón como candidata a los Premios Óscar en su 81.ª edición.
La crítica internacional la trató bien. Anime News Network le dio una A-, resaltando su coherencia narrativa y espectacularidad visual; /Film la recomendó para los fans del samurái y del cine wuxia.
En festivales europeos como Camera Japan y Sci-Fi London, recibió buenas calificaciones del público. Además, está en listas como la de WatchMojo y JapanCinema.net como una de las mejores películas de anime de su década.
"Sword of the Stranger" no necesita revolucionar el anime para dejar su marca. Lo hace con una narración bien pulida, personajes entrañables, acción perfectamente ejecutada y un respeto por la inteligencia emocional del espectador.
Su mezcla de tradición y estilo, su homenaje a los mitos del héroe solitario, y su enfoque sobrio pero intenso hacen de esta película una experiencia redonda.
En tiempos donde lo grande y exagerado a menudo le gana a lo bien contado, esta obra demuestra que a veces, una historia sencilla, bien narrada y bellamente animada, es todo lo que se necesita para lograr una película inolvidable.
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