"Sueño imposible", el condenado a muerte y el músico español tiran su segundo disco

El disco "Live from the death row (En directo desde el corredor de la muerte)" es un grito contra la pena de muerte. Un preso gringo que está en el corredor de la muerte y un músico de jazz de Cataluña se juntaron con la música pa' hacer algo increíble y acaban de lanzar su segundo disco en su lucha pa' evitar que le ejecuten.

La banda de jazz que armó el músico catalán Albert Marquès junto a Keith LaMar, que canta por teléfono desde una cárcel de máxima seguridad en Ohio, presentaron su nuevo disco este fin de semana en Nueva York. LaMar, que está en el corredor de la muerte desde el 95 por un crimen que él dice que no cometió, tiene su ejecución programada pa' el 13 de enero de 2027.

El disco salió justo cuando LaMar cumplió 56 años y es como un recorrido por la lucha de los derechos civiles de los afroamericanos como él, que desde los 19 años no conoce la libertad. Tiene canciones de Marquès con letras de LaMar y también revive clásicos que denuncian violaciones a los derechos humanos de la comunidad negra, como "Strange Fruit" de Billie Holiday o "Alabama" de su ídolo, John Coltrane.

LaMar siempre ha dicho que la música, especialmente el jazz como el disco "A Love Supreme" de Coltrane, le "salvó la vida" durante los años que estuvo en aislamiento. Ahora la música es el "vehículo a través del cual he podido resucitar mi apuesta por la libertad", dice.

"Me encanta cuando un plan sale bien, cuando las estrellas se alinean para hacer realidad un sueño que no parecía posible. Eso es lo que es este álbum LIVE: un sueño imposible", dice, refiriéndose a este segundo disco después de "Freedom First" (2022), que se ha convertido en un movimiento que pide un juicio justo pa' que lo liberen.

"Esta música trata sobre la confianza y la fe (...) sobre dar un paso adelante incluso cuando no ves las escaleras y creer que tus pies encontrarán algo sólido sobre lo que apoyarse". Es una "oportunidad" pa' reconocer "nuestro valor y potencial", del que se "priva" a gente como él, explica en un correo a la AFP.

"Hemos hecho esta locura al máximo nivel posible", dice Marquès a la AFP, convencido de que LaMar es inocente. Pero ahora, después de dar conciertos por todos lados en los últimos años y "demostrar que hemos hecho todo lo que podemos, necesitamos ayuda" pa' llevar la lucha "a otro nivel", dice este profesor de música de un instituto de Brooklyn.

"Podemos estar cansados, agotados, pero no podemos tirar la toalla", dice. En el 95, un jurado de blancos declaró a LaMar culpable por la muerte de cinco de nueve reclusos y un guardia en uno de los peores motines en la historia de las cárceles de Estados Unidos, que pasó dos años antes. En ese momento, LaMar ya estaba preso por el homicidio de un viejo amigo, también adolescente, en una pelea por drogas en su Cleveland natal.

LaMar y algunas investigaciones periodísticas recientes dicen que en el juicio se escondieron y destruyeron pruebas que podían demostrar su inocencia, y que premiaron a otros presos con reducción de condenas pa' que lo acusaran a él: "negro y pobre", después de que él se negó a delatar a otros.

Después de que su ejecución fuera programada en noviembre de 2023, el gobernador de Ohio la pospuso hasta el 13 de enero de 2027 porque las farmacéuticas no quieren dar los suministros pa' la inyección letal. Pero esto podría cambiar después de un decreto del 20 de enero de Donald Trump que le pide a la fiscal general que haga "todas las medidas necesarias y legales" pa' asegurar que los estados tengan los componentes de la inyección letal pa' hacer las ejecuciones.

En lo que va de 2025, 19 presos han sido ejecutados en Estados Unidos -15 de ellos por inyección letal, 2 por asfixia y otros dos por pelotón de fusilamiento-, frente a los 25 de 2024.

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