La prostitución está dañando la imagen de lo lindo y lo cultural en la zona del Cibao
Loco, déjame contarte lo que está pasando en Sosúa. Ese lugar que siempre ha sido famoso por sus playas de película y su historia heavy en la costa norte de RD, ahora está en boca de todo el mundo por el turismo sexual. Aunque el sitio es precioso y tiene un legado cultural que da para hablar, la prostitución y la economía informal están haciendo que la gente lo vea de otra manera.
El otro fin de semana, las autoridades hicieron un operativo a lo grande en ese municipio de Puerto Plata. Metieron mano en 29 sitios, rescataron a 174 mujeres (incluyendo seis menores), y arrestaron a 22 hombres. También confiscaron armas, drogas y encontraron pruebas de tráfico de migrantes. Todo eso dejó al descubierto las redes ilegales que están fuerte en la zona.
Después de eso, los tígueres del gobierno dijeron que van a implementar una nueva estrategia. Van a abrir una fiscalía especial para meterle mano al proxenetismo, trata de personas, explotación sexual, tráfico de migrantes y narcóticos.
Aunque esto suena nuevo, no es la primera vez que intentan hacer algo al respecto. En 2018, hicieron una campaña que se llamó "Rescatemos nuestro paraíso", donde cerraron bares en áreas calientes, metieron más patrullas de Cestur y promovieron iniciativas culturales. Pero, tú sabes cómo es la cosa, la falta de continuidad hizo que todo volviera a lo mismo, y ahora hay más redes operando.
Esta situación ha causado que tomen medidas fuertes como las de ahora, y estas acciones cuentan con el apoyo de la Asociación de Desarrollo Sostenible de Sosúa (ADSS) y la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Sosúa y Cabarete.
Sosúa era un lugar de paz y exclusividad. La belleza natural de la costa atraía a familias ricas, especialmente de Santiago, que construyeron villas y hoteles pequeños.
En 1938, este lugar se convirtió en un refugio para más de 500 judíos que escapaban del régimen nazi. Bajo la dictadura de Trujillo, se les dio un hogar aquí durante la Conferencia de Evian, organizada por Estados Unidos. Se les asignaron tierras, construyeron una colonia agrícola, y la cosa prosperó hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos se fueron a Estados Unidos o Israel.
Pero en los 80 y 90, Sosúa empezó a cambiar rápido. Con el nuevo aeropuerto de Puerto Plata, miles de turistas europeos y americanos llegaron, algunos atraídos por las playas, otros por los placeres sexuales que encontraron en sus calles. La calle Pedro Clisante se convirtió en un mercado sexual abierto, y la prostitución se volvió parte del paquete turístico.
Para muchas mujeres jóvenes, tanto dominicanas como haitianas, la prostitución se convirtió en una opción económica. En 2023, el alcalde de Sosúa, Wilfredo Olivances, armó un lío cuando dijo que la prostitución "es parte de la cultura del mundo" en una entrevista. Eso sonó como si estuviera normalizando la explotación sexual y mucha gente lo criticó fuerte, exigiendo cambios reales y más protección para las mujeres involucradas.
La procuradora Yeni Berenice Reynoso ha dicho varias veces que está comprometida con acabar con el turismo sexual en RD, especialmente en las zonas donde hay explotación y abuso. Sus palabras se suman a los llamados para darle más duro a este fenómeno y no dejar que la cosa se quede así.
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