El Gobiernito hizo la obra sin hacer caso a las mismas reglas que ellos pusieron. Los tigueres del negocio están buscando la vuelta pa' seguir trabajando aunque sea de manera provisional.
En la nave de los minoristas del Merca Santo Domingo, to' está junto: las cocinas calientes de los comedores y pila de mercancías que prenden en candela fácil. Si se arma un fuego, solo tienen 10 extintores regados en una estructura de 7,200 metros cuadrados.
Eso mismo pasa en las otras seis naves del mercado y en la que se prendió en fuego el domingo, donde se perdió casi mil millones de pesos. El Merca Santo Domingo no tiene sistema de incendio pa' detectar el humo a tiempo, encender alarmas o tirar agua, como deberían tener según las reglas.
Esta obra fue presentada por el presidente Danilo Medina en abril del 2014, sin los equipos pa' emergencias que el mismo Gobiernito dijo que eran obligatorios desde hace tres años. El Decreto 85-11 puso las reglas pa' la seguridad contra incendios y decía que los edificios comerciales tenían que tener alarmas, conexiones pa' mangueras, hidrantes, rociadores automáticos y extintores.
Los comerciantes tampoco tienen seguros pa' sus locales y las autoridades no los obligan a eso. El que maneja el Merca, Sócrates Díaz Castillo, piensa que aunque hubieran detectado el fuego rápido, no se hubiera evitado lo que pasó el domingo por lo rápido que se expandieron las llamas. "No tenemos alarma contra incendio, tenemos personal permanente. Pero el incendio en menos de 10 minutos estaba esparcido de manera insostenible. Nosotros estábamos aquí presentes. Fuimos nosotros que suministramos el agua de los bomberos", dice él.
Díaz explica que en todas las áreas llega agua por unas tuberías de tres pulgadas de PVC, un material que se derrite con el calor. Además, tienen una cisterna que aguanta 150 mil galones. Sobre el seguro, dice que solo sería posible si se contrata una póliza entre todos y propone dividir el pago y sumarlo a la renta, que ahora no pasa de 10,900 pesos pa' cada inquilino. "Es un asunto técnico que tendrían (las autoridades) que explicar para que ellos (los comerciantes) entiendan la necesidad, además de que la cultura del seguro en nuestro país deja mucho que desear. A nosotros no nos gusta asegurarnos, y los edificios del Estado en su mayoría no tienen seguro", reflexiona.
La administración y los tigueres del Merca Santo Domingo están inventando formas pa' seguir vendiendo, mientras se reconstruye la nave quemada, pero eso todavía no está claro. Sócrates Díaz Castillo dice que algunos van pa' almacenes que casi no se usaban o que van a ser prestados por tigueres del Mercado de la avenida Juan Pablo Duarte. Otros comparten espacio con panas o han comenzado a vender desde furgones.
Estas opciones apenas resuelven las necesidades de 56 tigueres que vendían al por mayor en la Nave F1, ahora hecha carbón y cenizas. El Gobiernito está viendo cómo va a ayudar a esta gente, después de que el lunes fueron a visitar el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, y el de Agricultura, Limber Cruz. Todavía no se sabe si van a decidir que el Estado asuma las pérdidas, ya sea en parte o en todo, o si van a dar otro tipo de ayuda. "Si tú me preguntas, yo preferiría facilidades con un paquete financiero a tasa preferencial, quizás con un tiempo de gracia, y yo me relanzo", sugiere el que maneja el Merca Santo Domingo.
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