Oye, te voy a contar lo que pasó con Kim Jong-seok, el modelo surcoreano que la estaba pegando en el reality "Skip Dating" y era la cara de marcas como DASHU. El pana se quitó la vida el 4 de junio en Hanam, Gyeonggi-do, y la cosa es que no era todo color de rosa como se veía en las redes.
Según su hermana, el tipo fue víctima de una estafa por alguien cercano, una puñalada trapera que lo dejó sin un peso y lleno de deudas. "Perdió todos sus ahorros y estaba agobiado por las deudas", escribió ella en Instagram desde la cuenta @9x.seon. "Estaba emocionalmente agotado, muy abrumado por muchos pensamientos". Imagínate, una traición así te deja roto por dentro.
Ese día, Kim no estaba borracho ni huyendo de la policía, como algunos medios andaban diciendo. Su hermana desmintió toda esa habladera de más, porque no era verdad. Él debutó en 2014 como modelo y rápido se hizo famoso en Corea del Sur. Pero aunque la gente lo veía bien en las redes, su realidad era otra: estaba en una espiral económica de la que no podía salir.
El día que murió, Kim intentó hablar con su novia, con quien estaba medio peleado. La fue a buscar con un amigo porque no le respondía. No hubo pelea ni policía, solo un joven que ya no podía más.
En Corea del Sur, la presión es fuerte para las figuras públicas con el éxito, la imagen y el dinero. La historia de Kim ha puesto otra vez sobre la mesa el tema de la salud mental y los efectos devastadores de los fraudes financieros. Ahora su familia no solo está lidiando con la pérdida, sino con rumores que corren como pólvora. Su hermana pide que se hable con la verdad y no se inventen más cuentos.
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