Oye, te cuento sobre una jeva dura, Rosa Idalia Aldana, que es un ejemplo de cómo fajarse por los derechos de las mujeres y la gente con discapacidad. Ella misma dice: "Yo me tuve que asumir como una mujer discapacitada para poder entender mi vida y mi papel en la sociedad." Y desde ahí, su vida ha sido una película de éxitos.
Esta tipa es maestra de educación pre-primaria, locutora profesional, tiene un título en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala, una Maestría en Dirección y Gestión del Recurso Humano de la Universidad Mariano Gálvez y un Máster Oficial en Igualdad de Género en las Ciencias Sociales de la Universidad Complutense de Madrid. Además, es Doctora en Comunicación Estratégica y Social. ¡Dime si no es una dura!
Entre 2021 y 2024, fue parte del Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), representando a Guatemala. Esa vaina es un lío porque el comité solo se junta dos veces al año. Aunque es el comité más votado, se nota que le falta apoyo porque va atrasado como diez años.
Rosa habla de la importancia de decir "personas con discapacidad" en lugar de "discapacitados", porque primero somos personas. Ella también explica que su condición es ser de talla baja, un término más chevere que todas esas palabras médicas que ni se pueden pronunciar.
En su tiempo en las Naciones Unidas, logró que reconozcan a la gente de talla baja, moviendo conciencias. En Latinoamérica, dice que las leyes están más adelantadas que la práctica, pero en Guatemala se ha logrado el pleno empleo para las personas de talla baja desde que formaron la asociación Gente Pequeña de Guatemala en 2006.
La educación es otra historia; hay que trabajar más en eso. Ella dice que la educación inclusiva es la clave, porque las escuelas segregadas no ayudan mucho. En sus clases, ha tenido estudiantes ciegos y autistas que se han graduado y trabajan en medios de comunicación.
Cuando le preguntan por la discapacidad que ha avanzado más, dice que es la visual. La gente con discapacidad visual ha logrado más representación, pero las personas sordas todavía tienen barreras por el tema del lenguaje.
Y por último, sobre esa controversia de Blancanieves de Disney, ella dice que hasta la primera versión le parece insultante. Pero lo que más la impresionó fue un parque temático en China donde solo trabajan y viven personas de talla baja. Aunque suena como un gueto, es parte de la vida allá.
Rosa es de esas personas que, con su ejemplo y trabajo, está cambiando el mundo para que todos tengan un espacio justo en la sociedad.
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