Manito, la vaina ta caliente en el Este con los robos de motores y armas. En los últimos cinco años, la zona ha visto cómo se han llevado 275 armas de fuego y 3,210 vehículos, según el Departamento de Estadística y Cartografía de la Policía Nacional. Esto incluye La Altagracia, El Seibo, La Romana, Hato Mayor y San Pedro de Macorís.
Mira, en el 2020 se llevaron 48 armas, pero la cosa se puso fea en el 2021 cuando "unas 127 armas fueron distraídas de sus dueños". En el 2022, se robaron 51 armas, y en el 2023 fueron 19, siendo este el año con menos casos. En el 2024, el conteo llegó a 30 armas robadas.
El 2021 fue el año del despelote con las armas, con 127 casos, casi el 46 % de todo el tiempo mencionado.
De esos 3,210 vehículos robados, 120 eran carros y camionetas, pero la mayoría, unos 3,090, eran motores. ¡Una locura!
La cosa con los motores es crítica, porque no solo se los llevan, sino que también los usan para atracos y vainas raras. Los motores robados se mueven en el mercado negro, haciendo difícil que la Policía Nacional los rastree.
En conclusión, el Este tiene un lío doble: parar los robos de armas, que son clave para bajar la violencia, y controlar el robo de motores, que afecta la seguridad por todos lados. Las soluciones deberían incluir:
- Más fiscalización en las zonas con mucho movimiento.
- Identificación biométrica y georreferenciada de los motoristas.
- Campañas para registrar y marcar los motores obligatoriamente.
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