"Ricos mandan, ley no: 'conos', letreros y carros en las aceras de los barrios finos"

En los barrios más jevi del Distrito Nacional, donde se supone que la gente es más educada y se lleva mejor, la ilegalidad es ya parte del paisaje.

En Piantini, Bella Vista y la avenida Anacaona, la gente se adueña de la calle y las aceras como si fueran de ellos, poniendo conos plásticos, letreritos de "No estacione" y cualquier cosa que se les ocurra pa' que nadie se parqueé frente a sus casas, negocios y edificios. Eso es ilegal según la Ley 63-17, pero parece que en estos barrios de gente con cuarto, nadie hace nada al respecto.

Las autoridades municipales y de tránsito están brillando por su ausencia, aunque todo el mundo ve las violaciones a plena luz del día. En la avenida Sarasota de Bella Vista, por ejemplo, ya es normal ver cómo se adueñan de los espacios públicos.

Entre las calles Higuemota y Francisco Moreno, los abusos tienen hasta su horario. Los lunes, miércoles y viernes como a las 8 de la noche, es casi seguro ver carros parqueados en las aceras o en el césped, bloqueando las entradas a los residenciales y haciendo que la gente tenga que caminar por la calle.

Los vecinos del Residencial Los Robles dicen que eso pasa por el culto en el Centro Cristiano Soplo de Vida. Los carros de los feligreses ocupan cientos de metros alrededor, y aunque se quejan, los abusos siguen, igual que los parqueadores que el mismo centro contrata.

En la esquina de la avenida Sarasota con la calle Francisco Moreno hay un restaurante con parqueo para unos ocho carros, pero en las noches de culto, la acera se convierte en una extensión del parqueo.

En Piantini, muchos negocios y colegios han hecho de las aceras parte de su propiedad, usando todo tipo de señales pa' que los conductores no se parqueen. Los restaurantes del área, sin parqueos suficientes, convierten las calles de alrededor en su estacionamiento.

En la avenida Anacaona, que es de las más exclusivas, la vaina es igual: casas y torres bloquean sistemáticamente el frente con conos y cintas plásticas como si fuera propiedad privada. Han pintado equis amarillas en el pavimento y puesto señales de "No estacione" pa' que nadie se atreva a parquearse.

La falta de sanción y vigilancia deja que esta práctica siga. En vez de imponer orden, las autoridades toleran una cultura de "sálvese quien pueda", donde la ley se queda atrás frente a los intereses de cada quien, incluso en áreas que deberían dar ejemplo.

Mientras tanto, los peatones, especialmente los mayores o con discapacidad, tienen que caminar por las calles, arriesgando su vida. Este problema no solo es de legalidad, sino también de civismo y equidad.

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