Hace 15 años llegó de Santo Domingo a España por amor, sin saber nada de cocina, y ahora es dueño de un restaurante y ha sido premiado como el mejor cocinero de Aragón 2025. La vida de Reynol Osorio en República Dominicana era la típica de una zona costera caribeña. Nació en Boca Chica, pero se crió en San Pedro de Macorís. Su rutina era simple: vivir el día a día e ir al gimnasio. Todo cambió cuando conoció a Sonia Prieto Almazán, una trabajadora social, y se enamoraron. Vivieron un tiempo en Santo Domingo, pero decidieron mudarse juntos al país de Sonia.
Llegar a España fue un reto para él: era su primera vez viajando, la realidad era muy diferente y no sabía a qué se dedicaría. Por suerte, la familia de Sonia lo acogió como uno más. Su suegro tenía un pequeño restaurante y le ofreció trabajar como cocinero, a pesar de que Reynol no sabía nada de cocina. Antes había trabajado en hostelería, pero nunca en gastronomía.
"Yo nací en Andrés Boca Chica y luego me crié en San Pedro de Macorís, mi madre es de allá. En el país siempre trabajé en hostelería, pero en temas muy alejados de la cocina: he sido camarero y luego trabajé en animación", señala Reynol.
Allí conoció a su esposa. "La conocí en el hotel y ella vino a vivir conmigo a Santo Domingo. Estuvo viviendo un tiempo y trabajando allí, en una ONG, porque es trabajadora social", cuenta a Diario Libre.
Reynol nunca pensó en salir del país. "No era una cosa que yo me planteaba, salir del país, ella me propuso venir a España un tiempo, probamos y decidimos si nos quedábamos, y la verdad que nos ha salido bien".
Al llegar a Albarracín, Teruel, donde vivían los padres de Sonia, su suegro le invitó a trabajar en el restaurante familiar. Al principio, la idea no le convencía, pero, como buen dominicano, no se iba a quedar de brazos cruzados. Ese fue el comienzo de su carrera en la cocina.
"Empecé probando con él y es verdad que eso me despertó un gusanillo. Experimenté una sensación extraña de decir: ´esto se me da mejor de lo que yo pensaba´", recuerda.
Reynol se formó en la escuela de hostelería de Teruel y, más tarde, en el Basque Culinary Center y en Gasma CEU en Castellón. Trabajó con chefs reconocidos como Ricard Camarena y en restaurantes con estrellas Michelin. No olvida los sabores de su tierra, que siempre trata de integrar en sus platos.
"Cuando pienso en la República Dominicana, la comida de mi madre llega a mi memoria porque me marcó mucho", comenta Reynol, quien siempre sueña con volver a disfrutar esos sabores.
La vida en España fue al principio un desafío, pero la acogida de la familia de su esposa le hizo la adaptación más fácil. Nunca ha tenido problemas de racismo y se siente muy bien acogido.
A pesar de estar cómodo en España, no descarta regresar a la República Dominicana. Le gustaría abrir un restaurante o una escuela gastronómica para compartir lo aprendido en Europa con su tierra natal.
Reynol pertenece a la Asociación de Cocineros de Aragón y ha participado en varios concursos gastronómicos, logrando ser seleccionado como el mejor cocinero de Aragón 2025. "Ser el mejor cocinero de Aragón es resultado de muchos sacrificios", sentencia. "Detrás de eso hay mucho esfuerzo, mucho sacrificio, muchas horas de pruebas y de trabajo."
Reynol espera que sus logros inspiren a otros a seguir sus sueños, mostrando que con esfuerzo y dedicación todo es posible. "Todo se logra, este premio es producto de mucho sacrificio y me hace sentir mucha felicidad".
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