"Reciben en el aeropuerto a estudiantes dominicanos que 'ganaron premios en competición de la NASA'"

Oye, mira cómo es la cosa en el barrio: los tigueres y las doñas de por ahí se tiraron en masa pa'l Aeropuerto de Las Américas pa' recibir a los muchachos que la rompieron en el Desafío Rover de Exploración Humana de la NASA 2025. Los panas del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) y del Instituto Salesiano Don Bosco se llevaron seis y dos premios, respectivamente. ¡Un récord, mi hermano!

Ya media hora antes de que el avión aterrizara, la familia y los panas de los ganadores estaban armando su bembé con globos, pancartas y flores, esperando con ansias pa' darles un recibimiento caluroso. Ruth Chávez, la mamá de Parvathi López Chávez, una de las ganadoras, estaba que no cabía de la felicidad. "Oh, Dios, yo estoy que brinco de la energía. Yo tengo cinco días brincando, emocionada. Yo nada más miro a NASA, ¡a la NASA!, a mi hija llegar y todo lo que ella ha disfrutado. Y nosotros los padres muy felices, felices", le contó a Diario Libre, emocionadísima.

Aunque en unos minutos iba a ver a su hija, ya había hablado con ella antes de que embarcara desde Estados Unidos. "Me ha dicho que está encantada, que ha sido una experiencia maravillosa, que fue algo extraordinario... Las competencias, cómo estuvieron todos allá, corría la emoción entre ellos. Dice que fue una experiencia extraordinaria, muy maravillosa", confesó Ruth.

Los tigueres del INTEC se llevaron el "Team Spirit Award" por tercer año consecutivo, un premio pa' los que más se fajan y colaboran en equipo.

A medida que se acercaba la hora, el corillo de familiares se ponía más alborotado. Los mayores estaban sentados, pero los más jóvenes no podían quedarse quietos, dando vueltas impacientes. Con globos, banderas, flores y un nerviosismo del carajo, la familia seguía yendo y viniendo de la puerta de llegadas, chequeando si ya venían.

En las pancartas se leía: "¡Bienvenidos!" y "¡Felicidades, ganadores!". Finalmente, a las 2:30 p.m., salieron los estudiantes y eso fue un escándalo de gritos, abrazos, alegría, flores, globos y mucho orgullo por sus logros.

El NASA Human Exploration Rover Challenge es una competencia estudiantil donde los equipos tienen que diseñar, construir y pilotar un rover impulsado por los mismos humanos. En la primera fase, los rovers son pesados y medidos, y se calcula el tiempo que la tripulación toma en armar el vehículo.

El rover tiene que caber en un cubo de 5 pies por lado, y mientras más ligero, mejor, pero solo ganan puntos si pesa menos de 200 libras. Y mientras menos tiempo tomen en armar el vehículo, mejor puntuación se llevan.

La pista es un terreno improvisado de 800 metros con 10 obstáculos y 5 tareas. Simula una misión espacial donde el rover, con dos pilotos, tiene que buscar otro vehículo espacial dañado, diagnosticado y repararlo en solo 8 minutos de oxígeno.

Las tareas incluyen alumbrar un panel, remover escombros, bajarse del rover pa' abrir un panel con una herramienta, manipular tornillos y recoger piezas. ¡Una vuelta de locos, pero estos muchachos la rompieron!

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