La doctora Evangelina Soler, una dura en eso de los pulmones, dice que el papa Francisco está en una situación crítica. Según ella, "son pocos los pacientes que rebasan una crisis de esa magnitud". El papa tuvo dos episodios feos de falta de aire este lunes y le tuvieron que hacer dos broncoscopias para aspirarle los pulmones.
La Soler explicó que "se ha podido extraer una importante cantidad de secreciones" con un aparato que se mete en el pulmón y saca mucosidad, hace lavados y coge muestras. Ella dice que cuando los pulmones no pueden hacer su trabajo y no dan el oxígeno que el cuerpo necesita, la cosa se pone fea, más si hay infecciones como le pasa al papa.
La doctora menciona que "la insuficiencia respiratoria se trata con medidas... desde lo no invasivo como la ventilación no invasiva, así como también la ventilación invasiva". Añade que "la insuficiencia respiratoria no es más que un proceso donde el propio pulmón es incapaz de garantizar el proceso de la respiración por sí solo". En el caso del papa, sus problemas vienen de inflamaciones e infecciones que se le han complicado en el hospital.
Dice Soler que esta falta de aire puede ser por muchas razones: infecciones, inflamaciones, problemas del cerebro, accidentes con anestesia o golpes en la cabeza. Además, el papa tiene asma y bronquiectasia, lo que lo complica más, junto con su edad y su peso.
"Cuando un paciente tiene insuficiencia respiratoria es necesario recurrir a medidas terapéuticas para poder garantizar el proceso de la ventilación", dice la doctora. Si las cosas se ponen muy malas, toca intubar para asegurar oxígeno a los tejidos, pero eso también trae sus riesgos porque "otros gérmenes infecciosos pueden afectar el pulmón solo por el hecho de estar intubado".
El lunes, el papa tuvo otro "broncoespasmo". La Soler lo define como "la estrechez de las vías aéreas debido a factores inflamatorios", que pueden venir de cosas que causan alergias y hacen que las vías se cierren.
La situación del papa es tan delicada que sus médicos no dicen mucho sobre su pronóstico. Soler reconoce que "es una situación muy crítica en la cual está nuestro pontífice". Con tantos problemas juntos, como la edad, la neumonía, el asma y el broncoespasmo, es difícil que salga de esta.
El papa Francisco, con sus 88 años, está en el hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero por una bronquitis complicada que le trajo una neumonía. Ahora mismo, lo tienen con ventilación mecánica "no invasiva".
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