Loco, óyeme esta vaina que está pasando en Haina. El lunes, un corillo de gente estaba en la puerta del Vacacional de Haina, esperando a ver si soltaban a sus panas y familiares. Con el lío de las deportaciones en masa y el nuevo protocolo que metieron en 33 hospitales públicos, el ambiente estaba heavy de incertidumbre.
La vaina es que al centro llegaban camiones a cada rato y la gente estaba quillá porque estaban metiendo presos a dominicanos, mujeres haitianas preñás y carajitos.
A eso de la una menos diez, el sitio estaba lleno de gente en la puerta, diciéndole a los guardias que soltaran a sus panas. "En lo que yo estoy aquí han entrado como tres camiones; llevo 20 minutos", soltó Samuel Martínez, un tigre que estaba ahí esperando, nervioso. "Ahí hay embarazadas y menores de 10 y 11 años", aseguró el tipo sobre la gente que deportaron.
Primitiva Alcántara, una abogada de San Cristóbal, estaba por ahí también. "Tienen retenida a una clienta mía; ella es dominicana. Solamente porque es morena la trajeron para acá", dijo ella, quillá.
Cuando salió un guardia, Alcántara fue a hablar con él para explicarle el lío y demostrar que su clienta es dominicana, pero con tanto boche y vaina, nadie le paró bola.
En medio del corredero y con la puerta abriéndose, salió un guardia de Migración que se llama Florentino. "¿Qué tú buscas ahí con esa cámara del diablo? ¡Yo te echo para el mar a golpes! ¡Estas no son horas de hacer fotos aquí!", le gritó al tipo de Diario Libre que estaba con la cámara.
También estaba Scarlet Suárez esperando en la puerta del vacacional. "Estoy esperando a que me den señales de mis amigas porque desde el viernes yo no sé de ellas", dijo ella. Sus amigas, que son haitianas, viven en Punta Cana. "Escribí a su trabajo y me dijo su jefe que se las llevaron", explicó Scarlet.
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