Winston Rizik, al que en el barrio le dicen "el Gallero", terminó su condena de 10 años por líos de lavado de dinero y tener armas sin permiso. Ahora los abogados de él están tratando de que el Tribunal Constitucional le devuelva todo lo que le quitaron.
Durante todos estos años, Winston y su defensa buscaron de mil maneras que lo soltaran, y después de cumplir su condena de 10 años, salió libre el martes pasado. Lograron que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia le quitara el año pasado la acusación de narcotráfico, dejándolo solo con los problemas de lavado de dinero y armas ilegales.
Ese lío se resolvió el 31 de agosto de 2023. Su abogado, Teobaldo Durán, aclaró que Winston no es un narco condenado, porque en la casación, el tribunal notó que hubo una "indeterminación" en las pruebas. En ocho de los 10 paquetes de la finca de Rizik, había cocaína, pero la cosa no fue clara.
La alta corte dijo que la indeterminación se dio porque la defensa pidió que se hiciera otra prueba para saber cuánto pesaba y cuán pura era la droga, algo clave para saber qué tan grave era el asunto. Pero no se pudo hacer esa segunda prueba porque quemaron los paquetes antes, en la fase inicial del proceso. Para ser claros, la redada en la finca de "el Gallero" fue el 3 de septiembre de 2014, y los paquetes los quemaron el 18 de ese mismo mes.
Los jueces Francisco Jerez Mena, María Garabito y Francisco Ortega Polanco decidieron que “si una parte muestra su voluntad expresa de que se ejecute la realización de una nueva experticia frente a irregularidades de una experticia anterior, este comportamiento implica una manifestación indiscutible de objetar el resultado arrojado en la primera experticia”.
Ellos también dijeron: “Lastimosamente, la premura injustificada e irracional para incinerar la sustancia durante la fase preparatoria a menos de un mes de ocupada imposibilitó la práctica de otra pericia sobre ella, perdiéndose en consecuencia, tal posibilidad de enmendar el medio de prueba no definitivo en una fase crucial del proceso, por lo que resulta recomendable recordar aquí a las autoridades investigativas y al Ministerio Público su deber de velar por el resguardo y el buen manejo de los objetos que puedan resultar evidencias”.
Para saber qué tan pura y cuánto pesa la droga que se encuentra en una redada, hay que hacer pruebas, porque eso es lo que determina qué tan serio es el caso y cuánto tiempo va a estar uno preso. La Ley 50-88 dice que si la cocaína no pasa de un gramo, es simple posesión; si es más de un gramo pero menos de cinco, se es distribuidor; y si pasa de cinco gramos, ya es uno traficante. Las penas van de seis meses a 20 años de cárcel.
La decisión de la Suprema no le quitó tiempo a la condena de Rizik, aunque fue tomada cuando le faltaba un año para salir. Su abogado Durán dice que con esa decisión y otro recurso en el Tribunal Constitucional, están buscando que le devuelvan lo que le quitaron.
Durán explicó que al quitar la acusación de narcotráfico, también debieron quitar la de lavado de dinero, porque ese crimen necesita otro crimen antes, que en este caso era el tráfico de drogas.
“Nadie puede ser condenado por lavado de activos sin un delito precedente. En este caso no lo hay, por eso llevamos esa parte de la sentencia al Constitucional y está en trámites”, dijo Durán.
Entre lo que le quitaron a Rizik están una villa y una finca en Monte Plata, varias casas en Los Mina, Nagua y otros lugares, además de varios vehículos.
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