La minería en Dominicana está lista pa' más, si se cuadran los permisos y se tiene visión. Don Pedro Esteva está al mando de la Cámara Minera Petrolera de RD (CAMIPERD) por segunda vez. Viene de una familia que lleva generaciones en el negocio de IMCA y está preparando a la próxima. Es un tipo callao que no habla mucho en público, pero cuando lo hace, se emociona hablando de la educación técnica.
Él dice que el gran lío con la minería es que la exploración es clave, y desde que se empieza a buscar hasta que se explota una mina, pasan diez o quince años. Es mucho de prueba y error. Hay info del Servicio Geológico Nacional sobre lugares con posibles "anomalías", como dicen los mineros. Pero para encontrar minerales, hay que explorar más.
Ahora mismo, conseguir permisos pa' explorar, especialmente los medioambientales, está más lento que un lunes sin café. No hay tantas compañías explorando como se necesita pa' asegurar que en diez o quince años el país siga ganando con la minería.
Un punto clave son los términos de referencia que el Ministerio de Medio Ambiente debe dar para que los interesados obtengan un permiso de exploración. Todo estudio de impacto ambiental se basa en esos términos. Recientemente, Medio Ambiente sacó una resolución que centraliza ese proceso en el Ministerio y ya no necesita la aprobación del Presidente para estos casos.
Sí, así mismo. Ahora, con esa resolución, el Ministerio de Medio Ambiente lo maneja directamente. Eso se aplica a los permisos para el proyecto Romero de Goldquest y la mina de Dajabón de oro y cobre de Unigold. Es bueno que se haya formado Emidom, porque su primera tarea ha sido darle más agilidad al proceso de exploración.
Definitivamente, el mismo gobierno dominicano ya está metido en el asunto y reconoce que la exploración es importante para ver si vale la pena seguir con la explotación. Con recursos, se puede hacer en menos tiempo; ese es el gran reto para las empresas mineras que vienen a explorar. Existen las llamadas empresas junior, que solo exploran. No explotan porque su objetivo es levantar capital de riesgo, explorando con 40 o 50 millones de dólares y luego vendiendo a una empresa grande que tiene el capital y el conocimiento para explotar la mina.
Yo creo que sí, porque en el gobierno dominicano no tienen experiencia en exploración, por eso se han apoyado en el expertise del cuerpo de ingenieros del ejército de los Estados Unidos y de otras instituciones internacionales. En RD hay mineros de todos lados: chinos, americanos, canadienses... y eso no es problema.
Esa es una conversación mal resuelta. Sí, pienso que el presidente es muy receptivo a lo que dicen los ambientalistas y les da la atención que merecen, porque al final todos queremos cuidar el medio ambiente. Pero creo que la conversación con los preocupados por el medio ambiente debe encontrar un equilibrio con los que quieren hacer minería o cualquier otro tipo de explotación. Sin embargo, el rigor científico tiene que ser lo que mande.
Desde el punto de vista de la minería, esta es sostenible. ¿Por qué? Porque primero tiene que beneficiar al país fiscalmente, a los inversionistas y a la gente con empleos de calidad. Según la Tesorería de la Seguridad Social, los sueldos en minería andan por unos 77 mil pesos al mes, más que en el sistema financiero nacional, que tiene fama de pagar bien.
En minería hay muchas ciencias involucradas en la exploración y explotación. Desde que se le dio Quisqueya I a Falcondbrige, que fue la primera concesión minera, han surgido varias generaciones de geólogos y otros profesionales. Incluso, la PUCMM en Santiago tenía una ingeniería en geología y minas en ese entonces. Y ahora UTECO, en Cotuí, también tiene una ingeniería en geología. Pero siempre hay chance para que el sector productivo y la academia se comuniquen mejor.
En la Cámara hay varios miembros metidos en esto, incluyendo la empresa donde trabajo, que tiene un programa de formación de técnicos diésel. En los equipos que se usan en minería y su mantenimiento, no hay técnicos extranjeros. Hay avances importantes, por ejemplo, en Barrick, el 97 % de sus trabajadores son locales.
Muy político, sí, definitivamente. Yo creo que todos los partidos saben bien que la minería aporta al valor económico en RD. Del 2010 al 2020, la minería fue un 2 % del PIB, o sea, más de 2,000 millones de dólares. El año pasado fueron como 1,500 millones de dólares. Y eso es, como decíamos antes, enclochao. Creo que como país tenemos tradición minera, pero no la hemos abrazado al 100 %.
Creo que es un error no aprovecharlo. Pienso que en la minería hay mucho rigor, ciencia y gente preparada. Estamos listos para identificar los problemas asociados a la minería, ver cómo mitigarlos y entender el riesgo.
Buena pregunta, porque en todas las industrias hay informales. En CAMIPERD hay casi 50 socios y sabemos que cada empresa comprende lo de la sostenibilidad. Los informales van desde gente con pico y pala sacando arena de un río hasta empresarios con equipos de movimiento de tierra que son informales.
No tienen ni un plan de remediación ni de cierre cuando se acaba lo que estaban sacando. Creo que es importante que cada ministerio tenga mejor presupuesto para hacer bien su trabajo. Medio Ambiente, por ejemplo, necesitaría más recursos para asegurarse de que solo operen las empresas con permiso.
Sí, claro que sí. No hay duda. El problema es que no se considera la sostenibilidad. Es una extracción que ignora lo ambiental y humano. Desde el punto de vista fiscal, eso es cero porque son operaciones clandestinas. El mejor escenario es tener ministerios fuertes con presupuesto, así garantizan que lo que se explota realmente es sostenible. Ahora mismo hay mucha informalidad en la minería no metálica.
Para Pedro Esteva, la activación de los Comités Sectoriales de Meta RD 2036 es una buena noticia para el sector minero. En una misma mesa trabajarán sector privado y público para duplicar la contribución minera al PIB, buscando llegar a 5,400 millones de dólares en ese año. El Comité de Minería estará compuesto por tres del sector privado (Cámara Minera Petrolera, ACIEX y ADOCEM) y tres del gobierno, con el ministerio de Energía y Minas y el de Medio Ambiente a la cabeza. Ahora están trabajando con Bloomberg Philanthropies en la metodología y el protocolo para cada mesa.
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