Padres y profes piden que les entreguen las aulas prometidas hace cinco años, después de estar apiñados en el poli de Santiago

Los tigueres que se la lucieron en la protesta dijeron que esto es solo el comienzo, que seguirán en la lucha hasta que los jefes del gobierno hagan caso.

Los padres y profesores del poli Nuestra Señora de las Mercedes, allá en Santiago, montaron un rebú tranquilo el martes por la mañana frente a la escuela. La vaina es que le están pidiendo al Ministerio de Educación que terminen de una vez por todas las 24 aulas que están construyendo desde hace más de cinco años.

La obra ta' casi lista, más de un 90% hecha, solo le faltan las puertas, los pisos y las ventanas pa' que esté ready, según contaron los que estaban en la protesta.

La bulla empezó a las 7:30 de la mañana. Los profes se pusieron ropa negra pa' hacerle saber al mundo que estaban de luto, y tenían pancartas con mensajes de su lucha.

"Exigimos que se respete nuestro derecho a una jornada escolar extendida y que se garantice una educación digna a nuestros estudiantes. Ya está bueno de tantas excusas", dijo Samuel Espinal, uno de los profes del sitio.

Espinal también contó que ahora mismo los muchachos están estudiando apiñados, y eso les está dañando el aprendizaje y la calidad de la educación.

A pesar de la manifestación, las clases siguieron como de costumbre y los niños no dejaron de recibir sus lecciones.

Otra que estaba metida en el lío, María Minaya, pidió que terminen la escuela antes de que empiece el próximo año escolar. "Esperamos que concluyan la escuela para que los niños puedan disfrutar de la tanda extendida en el año escolar 2025-2026", afirmó.

Jaely Batista, una doña que es madre de uno de los estudiantes, contó que muchos padres tienen que dejar de trabajar para ir a buscar a sus hijos, y eso le está dando en la madre a su economía. "Lo único que pedimos es tranquilidad para nuestras familias y educación de calidad para nuestros hijos", suplicó.

Los profes dijeron que los niños que estudian en la tarde, algunos de ellos entre 6 y 9 años, tienen que irse a pie pa' su casa ya de noche, y eso es un peligro porque no hay transporte escolar y las calles están malas.

Los tigueres en la protesta advirtieron que esto es el inicio de varias jornadas que seguirán hasta que los jefes resuelvan y vuelvan a trabajar en la construcción.

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