Oye, mi gente, miren cómo está la cosa con la salud en el país. En lo que va del año 2024, el Ministerio de Salud Pública ha dicho que han atendido 5,987 casos de insuficiencia renal aguda (IRA), subiendo un 8.81 % en comparación con el año pasado, cuando fueron 5,502.
Dicen que una persona tiene problemas con el riñón si el funcionamiento baja a menos del 15 % de lo normal. Y agárrense: "El sexo más afectado es el masculino (54.12 %) y la edad predominante es de 60 años en adelante."
En cuanto a dónde más se están viendo estos casos, Santiago está a la cabeza con un 43 %, seguido por Duarte con 11 %, Santo Domingo con 6 %, La Vega y San Pedro de Macorís con 3 % cada uno, y Sánchez Ramírez con 2 %. No podemos olvidar el Distrito Nacional, que está en un 21 %.
Cuando los riñones empiezan a fallar, la gente puede ver que se le hinchan las piernas, los pies o los tobillos, tener dolores de cabeza, picazón, sentirse cansados durante el día, tener problemas para dormir por la noche, malestar estomacal, perder el sentido del gusto, falta de apetito, orinar poco o nada, calambres musculares, debilidad o entumecimiento, dolor o rigidez en las articulaciones, confusión, problemas de concentración o memoria.
El Ministerio dice que hay dos tipos de insuficiencia renal: aguda y crónica. La aguda empieza de repente y a veces se puede revertir, mientras que la crónica va poco a poco y puede terminar dañando los riñones de manera permanente.
La IRA es responsable del 5 % al 7 % de las hospitalizaciones en unidades de atención aguda y hasta el 30 % de las admisiones en la unidad de cuidados intensivos (UCI). En cuanto a la insuficiencia renal crónica en estadío V, hasta la semana 26, se han registrado 535 casos, una baja del 1.29 % comparado al año pasado.
Las autoridades nos están advirtiendo que la enfermedad renal no da síntomas hasta que los riñones están bien dañados. La única forma de saber cómo van es con pruebas de laboratorio. La diabetes y la presión arterial alta son las causas más comunes.
Para evitar estos problemas, los consejos son llevar una vida saludable, comer bien, hacer ejercicio, no abusar del alcohol, el tabaco, la sal y el azúcar, y visitar al médico para chequeos, especialmente si ya tienes problemas como diabetes, hipertensión y obesidad.
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