La psicóloga clínica Angie Santana comparte técnicas pa' lidiar con el dolor compartío
Cuando el dolor se convierte en un eco que corre por to' la'o, por los barrios, las casas y las conversaciones, no es solo una vaina de uno, sino algo que to' el mundazo siente. Ese duelo colectivo que nos arropa después de una vaina fuerte como sociedad tiene su propio ritmo, su propia voz... y también necesita su espacio pa' ser sentido, entendido y sanado.
Angie Santana, una psicóloga dura en psicología forense e intervención psicosocial, nos recuerda algo esencial: en tiempos difíciles, la humanidad se expresa en cómo sentimos y en cómo nos cuidamos entre nosotros.
Estamos viviendo momentos donde el dolor no es solo de uno, sino de to' el mundo. Desde el 8 de abril, to' el mundazo, de una forma u otra, se ha visto afectao. Hemos sentido miedo, ansiedad o tristeza. Y aunque a veces queremos hacernos los locos con esas emociones, lo más sano es reconocerlas, aceptarlas... y dejarnos sentir.
"Las emociones no son buenas ni malas", dice Santana. "Son simplemente la expresión más auténtica de nuestra humanidad". Sentir miedo o tristeza no nos hace débiles; al contrario, es parte de ser humanos. "Por eso, si un día te invade la ansiedad o sientes que el miedo te limita, haz una pausa, siéntate, respira, busca compañía, habla. Porque sí, está bien sentirse así", explica la doctora.
En un momento de duelo colectivo, como el que hemos pasado como comunidad después de la tragedia del Jet Set, o incluso la que vivimos hace un tiempo con el lío de la pandemia, es normal sentir impotencia y vulnerabilidad. La terapeuta insiste en algo muy poderoso: "No te juzgues por lo que sientes. Al contrario, abraza tus emociones como una forma de cuidado personal". Buscar ayuda, compartir lo que estás viviendo, o simplemente darte un respiro, es una manera de honrar tu proceso y conectarte con los demás desde la empatía.
Además, entender que este tipo de dolor compartido puede despertar viejos duelos o traumas no resueltos, es clave pa' tratarnos con más compasión.
En tiempos donde el dolor se extiende más allá de lo individual, encontrar espacios seguros para sentir, hablar y sanar se vuelve fundamental. Y aunque el camino no siempre sea fácil, saber que no estamos solos lo puede hacer más llevadero. Y esa puede convertirse en nuestra mayor fortaleza. Sentir, compartir y acompañarnos es, al final, lo que nos hace verdaderamente humanos.
La doctora Santana comparte algunas pautas pa' que la tristeza, el agobio y la ansiedad no nos arropen.
- Baja el tiempo que pasas en pantalla buscando información sobre la tragedia que pasó.
- Saca tiempo pa' alimentarte de pensamientos y mensajes positivos.
- Dedica un tiempo pa' respirar.
- Habla con tus seres queridos sobre esta situación u otras pa' soltar lo que sientes.
- Y, sobre todo, ponle cabeza a los pensamientos negativos que puedan llegar a tu vida.
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