Entrevista a Manuel Alejandro Chevalier Rijo, el duro del departamento Legal del Ayuntamiento de Higüey
Con todo esto de que quieren convertir en municipio el Distrito Turístico Verón-Punta Cana, la voz del Ayuntamiento de Higüey viene a ponerle sazón diferente a esta discusión en La Altagracia.
Manuel Alejandro Chevalier Rijo, el que lleva la batuta en el Departamento Legal de la Alcaldía de Higüey, dejó claro al Diario Libre que más allá de la ley, hay que pensar en la justicia pa' todo el mundo, la planificación y el rol clave que juega Higüey como soporte de la industria turística que mueve el país.
—Desde el punto de vista legal del Ayuntamiento de Higüey, ¿cuáles son los argumentos que podrían justificar ser cautelosos con la idea de hacer de Verón-Punta Cana un municipio?
La realidad es, si lo miramos desde los requisitos legales, no hay nada que impida que el distrito municipal Bávaro-Verón-Punta Cana suba de categoría (...), pero la cosa es más profunda. Lo que Higüey está pidiendo es justicia social. La explosión de gente en la ciudad se la debemos al turismo en nuestras playas.
En dos décadas pasamos de 60,000 habitantes a casi medio millón. La mayoría de esa gente es la clase trabajadora del turismo y crea una demanda gigante de servicios municipales.
Los de Higüey, por elección, han cambiado el flow de la ciudad de Salvaleón de Higüey: tapones a toda hora, somos la tercera zona que más basura genera en el país, y la gente sigue llegando. Los terrenos por fuera, todos convertidos en barrios. Te puedo mencionar docenas de servicios municipales que esa población necesita, que sin los recursos de la zona turística, sería un lío.
—Algunos dicen que una separación afectaría las finanzas de Higüey. ¿Han hecho algún estudio sobre cómo esto podría impactar la operación y el presupuesto del municipio?
Los números que manejamos en la Alcaldía dicen que el presupuesto nos bajaría cerca del 40 %. Sería un golpe fuerte, afectando los servicios públicos que ofrecemos.
—Verón-Punta Cana dice que no tiene acceso a oficinas estatales y autonomía para crecer. ¿Crees que estos problemas se pueden resolver sin hacer del distrito un municipio, tal vez con descentralización interna o reformas?
Ser municipio no es la solución aquí. Hay formas de ayudar a la demarcación a planificar su crecimiento y urbanismo. Yo, personalmente, pienso que esa zona es vital para el país, y tratarla como cualquier otra ha sido un error. Bávaro-Verón-Punta Cana necesita un trato especial, con reglas adaptadas a sus necesidades únicas. Hay que recordar que la zona no solo debe atender a los residentes, sino también a más de seis millones de turistas al año.
—¿Qué piensa el Ayuntamiento de Higüey sobre una posible transición negociada?
Te voy a dar mi opinión personal. Dado el vínculo de Higüey con la industria turística, pienso que lo mejor para ambas partes es acordar una transición solidaria. Higüey necesita tiempo para buscar nuevas fuentes de ingresos que reemplacen los recursos de la zona turística. Quitarle los fondos de golpe a Higüey podría dañar también la zona turística, ya que sin servicios básicos, los asentamientos podrían crecer allá, y eso no es bueno para la industria.
—¿Hay disposición de sentarse en una mesa para construir un proceso que beneficie a todos sin comprometer la estabilidad de La Altagracia?
Claro, la alcaldesa Karina Aristy y su equipo están comprometidos a que ambas municipalidades sigan contribuyendo al bienestar de la provincia y el país. Sabemos que este tipo de crisis genera dudas en la inversión extranjera y afecta la economía. Estamos listos para dialogar y acordar no solo los recursos de las alcaldías, sino el futuro de Higüey y la zona turística.
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