La cantante dominicana Miriam Cruz armó un fiestón de aquellos con su show "La historia de una diva El Musical", reventando el Gran Teatro del Cibao por cuarta vez al hilo.
Miriam, que es una dura en esto del merengue, volvió a ganarse el corazón de la gente con su tremenda presentación. La emoción de la noche se sintió fuerte cuando se juntó en tarima con la banda original de las Chicas del Can. Fue como en los tiempos de antes, tocando todos esos temas que pusieron a bailar a todo el mundo en su época.
Subieron al escenario Felicia García (trombón), Romina Rojas (bajo), María Acosta (trompeta), Sunny Veras (tambora), Topacio Burgos (piano), Rachel Cuevas (trombón), Mery Fermín (güira), Xiomara Quelix (trompeta) y Vilma Frías (conga), y el público se volvió loco aplaudiendo.
El show fue un viaje por todos los palos que definieron la carrera de Miriam, desde "Juana la Cubana" hasta "La loba", pasando por clásicos como "El negro no puede", "Celoso", "Ta' pillao" y "Las pequeñas cosas". La gente no paró de bailar y gozar en la sala principal del teatro.
Miriam, visiblemente emocionada, agradeció a su gente: "Este espectáculo ha sido un sueño cumplido, una noche mágica donde pude revivir junto al público cada etapa de mi carrera. Estoy profundamente agradecida por tanto cariño y por acompañarme en este viaje lleno de emociones y música", dijo mientras la gente se paraba a aplaudir.
Según una nota de prensa, el show se lució con una dirección artística, musical y escénica de primera. La producción general estuvo a cargo de Giancarlo Beras, con Claudio de la Cruz en la dirección artística, Antonio González en la dirección musical y coreografías de José Mota y Jhon Lira.
Miriam no solo está rompiendo aquí en Dominicana, sino que también la está pegando fuera. Hace poco cantó ante más de 30 mil personas en el Poliedro de Caracas, Venezuela, y se va a presentar en tres festivales internacionales en Perú, llevando el merengue dominicano a otros rincones.
Con este espectáculo, Miriam Cruz no solo se confirma como una de las mujeres más duras del merengue, sino que también celebra su legado con dignidad, orgullo y pasión, inspirando a las nuevas generaciones.
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