La doña Michelle Obama, que antes era la primera dama de los Estados Unidos, está en un proceso de adaptación ahora que sus hijas Malia y Sasha ya están grandes y su tiempo como figura pública en el gobierno se acabó.
En el podcast On Purpose con Jay Shetty, la señora Obama dijo que está yendo a terapia para manejar esta nueva etapa en su vida. La entrevista salió el 28 de abril y ahí se ve cómo ahora ella puede hacer lo que realmente le interesa.
Ella dice que es una "empty nester", que es como cuando ya los muchachos no están en la casa. "Tengo 60 años. He superado una etapa muy difícil de mi vida con mi familia intacta. Ya no tengo hijos en casa y cada decisión que tomo es completamente mía", dijo, destacando cómo ha cambiado la cosa en su familia.
Después de mucho tiempo poniendo primero a su familia y al país, ahora tiene la libertad de hacer lo que le plazca. La terapia le ha ayudado a ver cómo los hábitos que tenía y los sentimientos guardados han influido en su manera de ser. Ella dice que este proceso es como "deshacer algunos hábitos antiguos".
Michelle comparó la terapia con darle mantenimiento a su interior, o como ella dice, un "tune-up". "Necesitamos ser entrenados a lo largo de nuestras vidas y creo que la terapia es una forma de entrenamiento", comentó.
Ella siempre ha estado a favor de la terapia como algo fundamental para crecer como persona. Ahora está hablando con un terapeuta que le da una visión diferente a la de su familia y amigos. "Ahora quiero hablar con alguien que no esté tan involucrado emocionalmente en mi vida", dijo.
Con sus hijas ya fuera de la casa y su tiempo en la política terminado, tanto ella como su esposo, el expresidente Barack Obama, ya no tienen esas responsabilidades públicas. Ella explicó que ya no tiene "la excusa de que ´mis hijas necesitan esto´, o ´mi esposo necesita aquello´, o ´el país necesita aquello´". Ahora tiene la chance de reconsiderar decisiones que antes no podía.
En el podcast, también habló de los rumores que andan por ahí sobre su relación con Barack, especialmente cuando no asistió a eventos importantes como cuando Donald Trump tomó posesión y el funeral de Jimmy Carter. Pero Michelle dejó claro que no hay problemas en su matrimonio, diciendo: "Si tuviera problemas con mi esposo, todo el mundo lo sabría. No soy una mártir. Estaría resolviendo problemas en público".
Este cambio en la vida de Michelle Obama es más que un cambio en su entorno; es un crecimiento personal. Como ella misma dijo, está en una etapa de hacer lo que quiere sin preocuparse por lo que los demás esperan. "Por primera vez, todas las decisiones que estoy tomando son completamente mías", concluyó.
Ver todo