Unos minutos antes de que todo se fuera abajo, la muchacha subió sus últimas fotos a las redes. El martes 8 de abril se quedó grabado como uno de esos días que nadie va a olvidar en el país, por el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, ese sitio que antes era uno de los lugares más populares pa' vacilar. Bajo esos escombros, 232 personas perdieron sus vidas, incluyendo siete médicos. Entre ellos estaba Melissa Yismel Tejada Sosa, una joven de 26 años.
Melissa había ido a celebrar el cumpleaños de un amigo en el famoso "Lunes bailable", pero lo que empezó como un corito sano con música y chercha, terminó en una tragedia. La noche iba normal, y como media hora antes del lío, Melissa le mandó a su mamá, Deyanira Sosa, unas fotos y videos del sitio donde estaba, como siempre hacía. Hasta subió unas historias a Instagram mientras Rubby Pérez ponía a todo el mundo a bailar, etiquetando a su madre, sin saber que esa sería la última vez que hablarían.
Melissa tenía el don de curar y salvar vidas, esa era su vocación. Se había graduado de Medicina en el Intec y trabajaba en el Centro Médico Sanitas. También andaba haciendo un curso en Costa Rica sobre Estética y Rejuvenecimiento, y había comenzado una maestría en Estética y Nutrición en el Intec. Según su mamá, el sueño de Melissa era ser cirujana. Su último procedimiento fue una circuncisión, y cuando terminó, le mandó una foto con el mensaje: "Entré a una cirugía, la doctora me dijo que tengo mano de cirujano".
Aparte de ser doctora, trabajaba con su mamá en una tienda de ropa, donde también era la imagen del negocio. "Es un ángel que vino a cumplir su propósito en la Tierra. Una hija muy obediente, un ser extraordinario, llena de mucha luz y con gran vocación por su carrera", así la describió Deyanira, diciendo que su partida fue un golpe muy duro, pero se consuela sabiendo que ambas dieron todo como madre e hija.
Melissa era la mayor de tres hermanos. "Ella es mi todo: la complicidad, la honestidad, la hermandad... es un sentimiento profundo", expresó Yanelis Tejeda, su hermana. Diez días después de la tragedia que sacudió al país, las familias de las víctimas todavía lloran su pérdida.
Vestidos de blanco y negro, entre lágrimas y dolor, los médicos y amigos de los fallecidos fueron este martes a una misa para recordar a los doctores que perdieron la vida, celebrada en el Colegio Médico Dominicano. El padre Vladimir Pérez terminó la misa pidiendo al Señor por el descanso eterno de los fallecidos: "Que por tu misericordia descansen en paz".
Los doctores que murieron eran de diferentes especialidades: Joselyn Rosado, Yadira Cueto, Mariana Ruiz, Bibiana García, Larraine Fernández Vargas, José Manuel Maldonado y Melissa Tejada Sosa. Al cierre de la misa, una representante del CMD habló sobre el valor de quienes se dedican a la medicina y pidió que no los olviden. "Físicamente les vamos a extrañar. Perder un médico activo es una gran pérdida. Sigamos recordando el valor del médico", dijo.
El presidente del Colegio Médico Dominicano, Waldo Ariel Suero, dijo este martes que esperan que se investigue bien la tragedia. "El Colegio Médico espera que se haga una investigación exhaustiva, sin pasiones, sin politiquería", señaló Suero. También afirmó que, si hubo fallas, debe ser la justicia la que diga qué hacer.
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