Oye, te cuento lo que pasó con Ángel Martínez, el famoso "detective". Resulta que al hombre lo llevaron al consultorio del doctor Óscar Ortega en el Centro Médico Elohim, y ahí le hicieron un chequeo con un electrocardiograma. La vaina es que alguien que andaba con Martínez le tiró fotos sin permiso y las subieron a Instagram, diciendo que el hombre estaba en "estado crítico". Hasta pusieron: “Detective Ángel Martínez en estado crítico. El cardiólogo alarmado con el estado de salud del comunicador”.
El doctor Ortega, bien quillao, mandó una carta al centro médico diciendo que él no tenía ni idea de esas fotos y que no había autorizado nada de eso. Dijo que Ángel solo fue a una consulta rutinaria, que fue con varias personas, y que a él nunca le dijeron que estaban tomando fotos o grabando.
Ortega, preocupado por cómo esto le puede afectar a él y al centro médico, pidió que dejen claro por escrito que él no tuvo nada que ver con esa publicación. También sugirió que el centro tome medidas para proteger la privacidad de los pacientes y el personal.
El doctor dijo que por esta situación, la gente está especulando y que esto se ha manejado sin respeto por el entorno médico ni la ética. Hasta ahora, no han dicho oficialmente cómo está de salud Martínez, solo lo que anda en Instagram.
Pero eso no es todo, Ángel Martínez también está en líos legales por difamación. La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, lo acusó de difamación agravada y de llevar una campaña en su contra en las redes. El caso está en los tribunales.
Encima, la DEA salió a decir que Martínez nunca ha trabajado para ellos ni para ninguna otra agencia del Departamento de Justicia de EE.UU. Eso tumba la historia que él ha contado siempre de que era “exagente federal” y “analista de inteligencia”. Tony Velásquez, el vocero de la DEA, fue el que confirmó eso. ¡Así está la cosa!
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