Oye, la cosa está que arde en Tokio. Tú sabes cómo es la vaina, un tigre de 42 años, Kenichi Takano, lo agarraron en el mismo lugar del lío con dos cuchillos encima. Imagínate, una influencer japonesa, Airi Sato de 22 años, estaba en lo suyo, haciendo un en vivo en la calle por Shinjuku, y ahí mismo la mataron, según dicen los medios NHK y Kyodo News.
La vuelta fue el martes por la mañana en Takadanobaba, cuando Sato iba caminando y transmitiendo. En eso, el tipo se le apareció con un cuchillo de 13 centímetros y le entró a puñaladas por el cuello, pecho, cara y barriga, según la poli de Tokio.
Kenichi, el agresor, vino desde Oyama, en Tochigi, después de ver que Sato iba a hacer un en vivo por la línea de tren Yamanote. Dijo que usó la transmisión para seguirle la pista y encontrarla. Los investigadores están viendo si el tipo le montó una emboscada a propósito.
A Sato le dieron un paquetón de cuchilladas, y la poli cree que el tipo de verdad quería matarla. Primero lo agarraron por intento de asesinato, pero después que Sato murió en el hospital, le metieron cargos de asesinato.
Un taxista de 52 años contó que vio a Takano grabando a Sato, que estaba en el suelo ensangrentada, mientras le daba patadas en la cabeza. "Parecía tranquilo mientras seguía pateándola sin decir una palabra, pensé que era algo extraño", dijo el tipo, todavía temblando.
Otro pana, Shuhei Kanzaki, que trabaja en construcción y tiene 31 años, vio cuando el agresor agarró el celular de Sato y empezó a grabar todo. "Cuando llegó la policía, levantó las manos y dijo: 'Soy yo'. No pensé que fuera el agresor porque estaba demasiado calmado", contó Kanzaki, todavía medio en shock.
El cuchillo que usó lo encontraron a los pies del tigre, y tenía otro en la mochila. La poli sigue en eso, chequeando si hay un lío de cuartos o si el tipo planificó todo.
El asesinato de Sato dejó a Japón en shock, porque allá no se ve mucho esa vaina de ataques con cuchillo. La transmisión en vivo y lo que hizo el tipo han dejado a todo el mundo con la boca abierta, tanto en la calle como en las redes sociales.
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