El fenómeno 'BookTok' ha revolucionado el mercado de los libros, y ahora son los lectores los que están poniendo la pauta. Marian Keyes, una escritora irlandesa dura de matar en la ficción de hoy en día, está feliz con este cambio y defiende que los lectores tienen el poder de decidir lo que quieren leer.
Con más de 25 años en el juego y millones de libros vendidos por todo el mundo, Keyes aplaude cómo las redes sociales están poniendo a los lectores en el centro del negocio de los libros.
Este fin de semana, Marian Keyes está en la segunda edición del Crush Fest, una feria de literatura 'young adult' en Barcelona, que junta a más de cincuenta autores para hablar de libros, hacer firmas, y compartir ideas sobre la literatura juvenil.
En una entrevista con Efe, Keyes cuenta que 'BookTok', que nació en TikTok, ha hecho que los editores tengan que cambiar la manera en que trabajan. "Antes las editoriales decidían qué libros se publicaban, y ahora son los lectores quienes tienen el poder", dice ella.
Keyes defiende la literatura romántica y dice que la mayoría de los libros que están triunfando son escritos por mujeres, lo cual ha remecido una industria que siempre fue dominada por hombres. "Siempre se ha menospreciado la literatura romántica y la ficción escrita por mujeres, pero ahora el mercado nos demuestra que son precisamente estos libros los que se venden más", dice, bien contenta.
Ella explica que todavía hay machismo en el mundo de los libros, y dice que cuando un hombre escribe sobre amor, lo tratan "como si hubiera hecho una gran aportación a la literatura", pero cuando lo hacen las mujeres, "es un género menor".
Keyes reconoce que se ha avanzado un poco. Cuando ella empezó, sus libros no salían en los "grandes diarios", pero ahora sí. "Es una mejora, pero aún queda mucho trabajo por hacer", dice ella.
Aparte de entretener, Marian Keyes cree que los libros pueden ser una herramienta para cambiar la sociedad. Ella ha tocado temas como el aborto en Irlanda, que no se legalizó hasta 2018. "Cuando tuve que escribir sobre una chica que tenía que viajar a Inglaterra para abortar, mucha gente me dijo que perdería lectores", cuenta. Y así fue, pero ella lo hizo de todas formas, "porque era vital", afirma.
También toca otros temas serios en sus libros, como la salud mental y la violencia de género. Ella dice que escribir sobre eso le ayuda a "no desesperarse". Además, si puede ayudar a que la gente tenga más empatía y cambiar las cosas, "ya vale la pena".
Aunque sus novelas muchas veces tratan temas serios, el humor siempre está presente en su escritura. Sus personajes no son perfectos y cometen errores, pero siempre son cercanos al lector: "La vida no es blanca o negra, todos somos una mezcla de luces y sombras, y eso es lo que intento reflejar en mis historias".
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