Mira, te cuento cómo va la cosa en el barrio: "Esto no es solo un homenaje, es nuestra manera de vivir, de sanar y de honrar lo que él nos enseñó", dijeron los muchachos de por ahí, explicando por qué se volvieron a meter en la música.
Hace menos de un mes que la vaina se puso fea con la tragedia que se llevó al merenguero de los tiempos, Rubby Pérez, cuando se cayó la discoteca Jet Set en Dominicana. Sus hijos, Zulinka y Miguel Pérez, no se quedaron tranquilos y decidieron volver a los escenarios. No solo pa' rendirle tributo al viejo, sino pa' seguir con la música que él les dejó como legado.
Estos tigueres empezaron como coristas en la banda del mismo Rubby Pérez y ahora van a estar tocando bajo el nombre Los hijos de Rubby Pérez. Tienen dos conciertos en Venezuela: el 13 de junio en el Hotel Hesperia de Valencia y el 14 de junio en el Poliedro de Caracas, en el bonche llamado Merengazo. Ahí van a estar con otros duros del merengue.
Volver a la tarima ha hecho que la gente sienta de todo un poco, pero más allá de los chismes, lo que se ve claro es que estos muchachos no solo llevan el apellido, sino también todo lo que el viejo Rubby les enseñó: su disciplina y su visión del merengue como parte de nuestra cultura.
En una publicación en las redes, Zulinka soltó: "Nuestra vida ha girado en torno a la música. Esto no es solo un homenaje, es nuestra manera de vivir, de sanar y de honrar lo que él nos enseñó". Además de rendir tributo al querido Rubby, los dos están apostando a un merengue más moderno que conecte con la nueva generación, pero sin dejar atrás el swing que hizo famoso a su papá.
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