Llanto, rezos y "júbilo": Sean "Diddy" Combs agarra un respiro tras salir medio libre de culpa

Después de un juicio lleno de brega, Sean Combs, mejor conocido como Diddy, salió libre de las acusaciones de tráfico sexual.

Con la cara p’arriba y las manos juntas como echando un rezo, el duro de la música Sean "Diddy" Combs no podía esconder lo contento que estaba cuando escuchó al presidente del jurado decir que estaba limpio de los cargos que lo podían mandar pa' la perpetua.

El jefe de Bad Boy Récords, que ya tiene 55 años, fue condenado el miércoles por par de cargos menores de trata de gente con fines de prostitución, que dan hasta 10 años de cárcel cada uno, pero quedó libre de conspiración y tráfico sexual.

Eso fue un palo para sus abogados. La defensora Teny Geragos se le aguaron los ojos antes de que el presidente del jurado terminara de leer todo el veredicto, mientras le agarraba la mano a Combs. Después se dio un abrazo con Marc Agnifilo, otro de los abogados.

Combs, que se le vio en el juicio leyendo libros como "El poder del pensamiento positivo", se quedó tranquilo mientras el juez le daba las gracias a los del jurado, pero al final de la lectura, se viró pa' su familia que siempre estuvo con él en el juicio y dijo contento: "me voy a casa".

Cuando el juez Arun Subramanian le preguntó si quería volver a la prisión de Brooklyn donde está desde septiembre de 2024, movió la cabeza diciendo que no.

Los abogados y la fiscalía discutieron si él debería esperar la sentencia en libertad. Los abogados de Combs ofrecieron una fianza de un millón de dólares y entregar su pasaporte. La audiencia donde el juez dirá si lo deja libre o no, será al final de la tarde del miércoles.

Para la familia, especialmente su mamá y sus hijos, fue un momento de alegría aunque tuvieron que escuchar durante casi dos meses de juicio los testimonios duros de mujeres que dijeron que Combs abusó de ellas y las obligó a orgías agotadoras con otros hombres.

Los detalles eran fuertes, al igual que las fotos y videos de las palizas brutales que les dio un Combs furioso.

La defensa nunca negó la violencia ni las relaciones sexuales, pero los fiscales dijeron que eso eran delitos como tráfico sexual, trabajos forzados y distribución de drogas.

Combs manejaba una ganga de empleados leales que le ayudaban a hacer esos delitos y más, según la fiscalía.

La defensa se rió de esas acusaciones.

Y el jurado, que tenía ocho hombres y cuatro mujeres, se puso de su lado.

Fue un golpe fuerte para las fiscales que salieron cabizbajas de la sala mientras la defensa celebraba.

Afuera del tribunal, en el sur de Manhattan, la gente de Combs junto a influencers y creadores de contenido se juntaron con la esperanza de verlo salir libre.

Con el cambio que ha habido desde el 2017 con el movimiento #MeToo, la fiscalía sacó un comunicado con preocupación.

"Los delitos sexuales dejan marcas profundas en las víctimas, y la inquietante realidad es que (...) están demasiado presentes en muchos aspectos de nuestra sociedad".

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