Oye, te cuento la vaina que pasó en Plaza Valerio, allá en Santiago. Tú sabes, Johanni Agüero, una jeva de 36 años, terminó quemada en un lío que se armó entre vecinas. La cosa se puso fea y ya se resolvió en los tribunales: Rufina Castillo, una doña de 56 años, va pa' la chirola por 30 años porque dicen que ella fue la que prendió candela a la pensión donde vivían y ahí murió Johanni.
Los jueces del Tercer Tribunal de Santiago le cantaron la sentencia después de que el Ministerio Público metiera mano con pruebas. Dicen que Rufina echó gasolina y le metió fuego al sitio. Johanni estaba adentro y no pudo con las quemaduras.
Pero mira, este lío no empezó de una vez. Dicen los familiares de Johanni que, antes de que pasara eso, Rufina ya la había amenazado de muerte después de un boche que se dieron. Todo el mundo en el barrio sabía que esas dos no se llevaban bien, pero nadie pensó que la cosa iba a llegar a esto.
Al principio del caso, un juez le puso tres meses de prisión preventiva a Rufina mientras se aclaraba la cosa. Ella decía que lo del fuego fue un accidente, que estaba tratando de prender una hornilla pa' hacer un té. Pero mira, los testigos y las amenazas previas convencieron a los jueces de que ella lo hizo adrede.
En el fuego también salieron jodidos Willy Salvador Salcé Gómez y un chamaquito de seis años que estaba ahí cuando se prendió la vaina. Ahora, con la sentencia puesta, Rufina va a cumplir su pena en Rafey Mujeres, mientras la familia de Johanni trata de cerrar esa herida que dejó este lío tan feo.
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