La Oficina de Servicios de Atención Permanente de Santo Domingo Oeste le metió un añito de prisión preventiva a Urbano Eugenio García y Máximo Pérez Berigüete, los tigueres que tienen una compañía de transporte, porque están metidos en un lío de un arsenal de armas y municiones que trataron de mandar pa' Haití y que cayó en manos de las autoridades de aquí.
No dijeron cómo se llama la compañía ni si era esa misma que iba a recibir el cargamento.
El Ministerio Público pidió que el caso se declarara complejo, y el tribunal le dio pa' lante. A García lo mandaron pa' la cárcel de Haras Nacionales en Santo Domingo Norte, mientras que a Pérez Berigüete lo mandaron pa' Najayo-Hombres en San Cristóbal.
Ese cargamento vino desde Estados Unidos en un contenedor y traía más de 36,000 balas de diferentes calibres, 18 cargadores de fusil, 13 de 9 milímetros, uno pa' fusil calibre 50, un silenciador y una caja de pistolas. También habían 23 armas de fuego, incluyendo un fusil Barrett calibre 50, 17 fusiles calibre 7.62, un fusil calibre 9, cinco pistolas Glock calibre 9 milímetros y una metralleta Uzi.
Todo eso lo agarraron en una inspección que hicieron la Dirección General de Aduanas y el Ministerio Público en un contenedor que venía de Miami, Florida, y que iba pa' Haití.
El abogado de los tipos, Luis Matos, dijo que esa decisión del tribunal no tiene pie ni cabeza, porque sus clientes son "tontos útiles" que solo tienen una empresa de transporte. "Es muy difícil que ellos supieran lo que iba dentro del contenedor", fue lo que dijo.
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